Durante un conversatorio organizado en Montevideo por el diario local 'Búsqueda', Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, sostuvo que la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, tienen "una responsabilidad muy grande" como sociedad del fútbol para llevar el torneo a Sudamérica en su centenario.
"Todos entienden que este mundial hay que festejarlo de forma diferente", sostuvo, y remarcó el compromiso de los diferentes países involucrados para llevarlo a cabo.
Durante el mismo evento se presentó el proyecto de remodelación del Estadio Centenario de Montevideo, donde se jugó la primera final de la historia en 1930.
Las actualizaciones principales consisten en reducir la superficie del campo de juego para ampliar la capacidad de las gradas a 72000 espectadores, conservando la línea arquitectónica. Además, se planifica la instalación de un techo sobre todas las tribunas, con excepción del sector donde se ubica la Torre de los Homenajes.
Por su parte, Sebastián Bauzá, secretario nacional del Deporte de Uruguay, aseguró: "Nos merecemos el mundial y vamos con la organización".
También sostuvo que un mundialito "no tiene sentido histórico de justicia", en referencia al proyecto de organizar un torneo en 2030 con los ocho países campeones del mundo y los ocho mejor posicionados en el ranking FIFA.
Dicho proyecto trasladaría el mundial oficial al 2031 en España, Portugal y Marruecos, el otro grupo de países que presentó su candidatura.
"Hay contendientes en la cancha, pero creo que venimos bien, tenemos las mejores condiciones y la justicia histórica, aunque no sea un ítem de evaluación", comentó Bauzá.
Domínguez se reunió el martes pasado con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, durante su gala de asunción.
El dirigente se mostró optimista con el compromiso de la nueva administración y comentó tener el apoyo de los gobiernos del Mercosur.