El piloto inglés de Mercedes, George Russell, remarcó este jueves que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) deberá tomar "decisiones audaces" con miras al Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 en Spa Francorchamps, a disputarse este domingo, en caso de que las inclemencias del tiempo se hagan presentes en el trazado de 7.004 metros de extensión.
"FIA deberá tomar decisiones audaces en caso de que la actividad se concrete con lluvia intensa", expresó el inglés Russell, de 25 años, que es presidente de la Asociación de Pilotos de Grand Prix (GPDA).
Es que para las pruebas de entrenamiento (de 8.30 a 9.30 de Argentina) y para la clasificación (12.00 a 13.00) del viernes está previsto un importante aguacero, lo mismo que para la competencia Sprint del sábado (11.30 a 12.30).
La seguridad en el tradicional circuito belga está en el centro de una polémica, luego de que el joven piloto neerlandés Dilano Van't Hoff perdiera la vida, a principios de mes, a raíz de un severo accidente que se produjo en una competencia de la Fórmula Regional Europea by Alpine (FRECA), en un día con visibilidad prácticamente nula por la lluvia.
"Las dos preguntas son, ¿Spa es lo suficientemente seguro? Y luego está la cuestión de las condiciones, y creo que el hecho es que el automovilismo siempre será peligroso cuando viajas a estas velocidades" remarcó Russell, compañero de Lewis Hamilton en Mercedes.
"Si tuvieras que poner un ranking de riesgo de todos los circuitos, Spa es uno de los más arriesgados, junto con Jeddah, y junto con Mónaco, por ejemplo, Suzuka hasta cierto punto" describió el piloto inglés, en charla con el sitio 'Motorsport'.
Russell indicó que conducir bajo una lluvia torrencial en Spa "es muy desafiante. A veces no tienes visibilidad en absoluto. Es como conducir por la autopista bajo una lluvia feroz y apagar los limpiaparabrisas. Así se siente en la cabina del vehículo", graficó.
La competencia de la edición 2021 del Gran Premio belga fue la más corta en la historia de la F1, pues solamente se dieron tres giros bajo una tormenta insólita y con la participación del automóvil de seguridad (Safety car).
La victoria se la llevó el actual campeón mundial, Max Verstappen (Red Bull), escoltado por Russell y Hamilton, los dos pilotos de Mercedes, respectivamente.