El argentino Lionel Messi brilló antes de la gala de The Best con dos asistencias y un gol en el Stade Orange Vélodrome. Fue así como París Saint-Germain goleó 3-0 al Olympique de Marsella de Leonardo Balerdi en el clásico y le sacó ocho puntos de distancia en la tabla de posiciones, por la fecha 25 de la Ligue 1.
El quiebre del partido se dio a los 25 minutos, cuando la Pulga tuvo metros para conducir y sirvió a un Kylian Mbappé que tiró la diagonal y remató cruzado cuando asoma en el horizonte el desafío de los octavos de final de la Champions League contra Bayern Múnich (ganó 1-0 en París).
Después invirtieron roles y Messi empujó la pelota a la red para el 2-0 tras un centro por lo bajo desde la izquierda, apenas cuatro minutos más tarde. Un tanto que significó el número 700 a nivel clubes, todo un hito.
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El PSG no se fue al descanso con una goleada de escándalo por una cuestión de pegada. Toda la que demostró antes desapareció después, en una ocasión de Messi que es gol siempre, menos este domingo; con otra acción de Mbappé que rozó el 0-3, con una más de Marquinhos, como si fuera un delantero, con una superioridad absoluta a la que fue incapaz de rebelarse el Olympique de Marsella, ni con una falta directa de Alexis Sánchez repelida por Gianluigi Donnarumma.
Ya en el segundo tiempo, el rosarino volvió a asistir a Mbappé -esta vez con una exquisita cucharita- que sirvió para que el francés alcance al uruguayo Edinson Cavani como máximo goleador de PSG con 200 dianas. Todo gracias a un zurdazo de primera, fuera del alcance de Pau López.
El destino del partido ya estaba escrito. Quizá también, salvo sorpresa, el de la Ligue 1 a falta de 13 fechas, una misión hoy aparentemente imposible para el Olympique de Marsella, que había sufrido solo una derrota en las últimas 12 jornadas, que había ganado 10 de esos encuentros y que se había ilusionado con la ocasión de ser campeón más de una década después (no gana el campeonato desde 2009-10)... hasta que se cruzó con el París Saint Germain.
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Dio igual la prometedora puesta en escena del Marsella. Nada importó que Nuno Tavares dispusiera de dos oportunidades que alertaron a la visita, que perdió en el minuto 13 a Presnel Kimpembe por una lesión con mala pinta, retirado en camilla, con las manos en la cara, a la espera de los exámenes para determinar el alcance de la dolencia, que apunta al Tendón de Aquiles. Después apareció por el banquillo, con muletas, para ver la exhibición de Messi y Mbappé, finalistas de la FIFA junto a Karim Benzema.