En una jornada en la que todas las miradas estuvieron puestas en el Parque de los Príncipes, por el atractivo espectáculo que protagonizaron el PSG y el Bayern Múnich, en el Giuseppe Meazza el Milan y el Tottenham también animaron un entretenido espectáculo que comenzó con gran intensidad.
El primer duelo de los octavos de final de la Champions League entre italianos y británicos tuvo un inicio vertiginoso. Y a los siete minutos una arremetida de Theo Hernández le permitió a Brahim Diaz improvisar una palomita inesperada que dejó sin posibilidades a Fraser Forster. El Rossonero se puso en ventaja desde el vestuario.
El cotejo continuó con mayor posesión de los Spurs, y antes de llegar al descanso los conducidos por Antonio Conte tuvieron una clara ocasión para emparejar las acciones. Una escapada de Son Heung-Min finalizó con un remate que exigió a Ciprian Tatarusanu, y en el rebote Harry Kane estrelló su resolución contra el travesaño. El milagro local hizo que los de Stefano Pioli se fueran a los camarines con la mínima ventaja a su favor. Pero todavía quedaban 45 minutos por jugar.
En el complemento el Tottenham tomó una postura más arriesgada con la misión de ir a buscar el empate. Y el Milan generó varios contragolpes que pudieron extender la diferencia. En la más clara, el finlandés Malick Thiaw no logró capitalizar un preciso centro de Leao y su cabezazo se fue a centímetros del poste derecho de Foster.
A pesar de la ventaja de los italianos, la serie quedó abierta. Y los equipos volverán a verse las caras en la revancha que se disputará el miércoles 8 de marzo en Inglaterra. En la casa de los Spurs se resolverá el boleto que defina quién accederá a la instancia de los 8 mejores del certamen más codiciado del Viejo Continente.