La reunión prevista para este lunes entre el presidente del Consejo de Fútbol boquense, Juan Román Riquelme y Sebastián Battaglia, para determinar el futuro del entrenador en el club, fue suspendida a última hora, cuando simultáneamente se conocía la información del inminente alejamiento de Eduardo Domínguez de la dirección técnica de Colón.
La vinculación entre ambos hechos podrá evidenciarse en los próximos días u horas, pero por lo pronto la "cumbre" Riquelme-Battaglia, siempre con Román mencionado en primer lugar, tiene fecha probable de realización hoy, aunque no una certeza.
Por eso, la relación con la salida de Domínguez de la entidad santafesina y la incertidumbre sobre la continuidad de Battaglia transitan por un camino muy estrecho, principalmente por la relación tan cercana que Riquelme mantiene con el suegro del aparentemente ya extécnico colonista: Carlos Bianchi.
Y la referencia a la inmediatez de una decisión respecto de Battaglia, por sí o por no respecto de su renovación (según fuentes "xeneizes" el técnico pretende que sea por dos años y en Boca le ofrecerían por uno), urge porque el armado del plantel debe resolverse antes de fin de año, tanto para salidas como para continuidades y también incorporaciones.
En este último rubro, en las últimas horas, Riquelme ya se contactó con el paraguayo Ángel Romero, ex San Lorenzo, que está más interesado actualmente por jugar el Mundial con el seleccionado de su país y por eso prefiere quedarse cerca de su país, postergando lo económico para privilegiar lo deportivo, ya que tiene también ofertas de Qatar y los Estados Unidos, alguna inclusive también para ser acompañado por su hermano Óscar, algo que no ocurriría en caso de sumarse al "xeneize".
Las chances entonces están hoy por hoy repartidas, ya que mientras desde el interior del club de la Ribera afirman que Battaglia continuará, otras fuentes cercanas a la entidad auriazul no lo dan como tan seguro.