Límite a la cantidad de personas reunidas, suspensión de eventos públicos, extensión del uso de tapabocas, restablecimiento de los pasaportes Covid y la vacunación obligatoria son algunas de las medidas tomadas por distintos países ante la aparición de la variante Ómicron que enciende las alarmas sanitarias y amenaza la recuperación económica.
Más de una semana después de que Sudáfrica anunciara su detección, la nueva mutación ya fue registrada en 38 países y llevó a que numerosos gobiernos endurecieran restricciones sanitarias y ordenaran el cierre de fronteras con la región Sur de África.
Alemania, que hoy reportó 64.510 casos en las últimas 24 horas, anunció esta semana que ampliará a nivel nacional el confinamiento para las personas no inmunizados en lugares públicos, limitó el aforo a 15.000 en los estadios de fútbol y pondrá a debate del Parlamento un proyecto para imponer la vacunación anticovid obligatoria.
"Cada vacuna cuenta" destacó la canciller Angela Merkel y alertó que "la nueva variante Ómicron parece ser todavía más contagiosa que las anteriores", en lo que fue su último tradicional mensaje de los sábados antes de entregar la semana que viene el mando a su sucesor, Olaf Scholz.
En todo el Espacio Económico Europeo (UE más Noruega, Islandia y Liechtenstein) se detectaron 167 casos de Ómicron, según informó hoy el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
Portugal con 38 contagiados, Noruega con 19 y Países Bajos y Dinamarca, ambos con 18, encabezan la lista de países más afectados, con cifras muy bajas si se comparan con la incidencia de la variante Delta que actualmente provoca cerca del 90% de los positivos en el planeta.
Sin embargo, ante las incógnitas sobre la peligrosidad y transmisibilidad de la nueva cepa y el estancamiento de las tasas de vacunación, varios gobiernos europeos lanzaron una batería de medidas sanitarias.
El último en sumarse fue Irlanda, que a partir del 7 de diciembre y hasta el 9 de enero cerrará las discotecas, impondrá restricciones de aforo y de horario en bares, restaurantes, gimnasios y cines, en los que además será necesario presentar un certificado Covid para poder acceder y usar mascarillas.
Ayer, República Checa anunció hoy que prepara un decreto para hacer obligatoria la inoculación contra el coronavirus a determinados grupos de la población, como médicos o policías, mientras que Bélgica adelantó una semana las vacaciones de Navidad para los jardines de infantes y escuelas primarias y extendió el uso obligatorio del barbijo en transporte público para niños a partir de los seis años de edad.
En América Latina también se están tomando medidas preventivas por Ómicron: Río de Janeiro canceló hoy su fiesta oficial de fin de año, a la que cada año acuden millones de turistas de todo el mundo, tras detectarse los primeros casos de esta variante en Brasil.
El alcalde Eduardo Paes explicó en sus redes sociales que el comité de científicos del Ayuntamiento era favorable a los festejos pero el del Estado de Río no, y decidió aceptar la recomendación "más restrictiva" porque su Gobierno "respeta la ciencia".
Con este anuncio, Río se convierte en la capital número 21 de las 27 que tiene Brasil en cancelar las celebraciones de fin de año para evitar contagios masivos de coronavirus, en un país donde 21,2 millones de personas se infectaron del virus y 615.000 han muerto.
En Brasil, uno de los dos países de la región junto a México que confirmaron pacientes con la cepa Ómicron, se detectaron al menos seis casos, el último en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con la Argentina y Uruguay.
En Corea del Sur, donde también se informaron seis infecciones con la nueva variante, entre el 6 de diciembre y el 2 de enero se limitará a seis el número de personas en reuniones privadas en Seúl y a ocho en el resto del país como forma de evitar aglomeraciones masivas en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
El país asiático reportó hoy 5.352 contagios de Covid-19, un nuevo récord diario desde el inicio de la pandemia.
Más allá de la alarma sanitaria, existe el temor de que la expansión de Ómicron amenace la recuperación económica.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, indicó que la nueva variante puede desacelerar la recuperación y forzar al organismo a revisar a la baja sus proyecciones económicas globales.
"Una nueva variante que puede expandirse rápidamente puede hacer mella en la confianza y en este sentido, probablemente veremos recortes sobre nuestras proyecciones de octubre sobre crecimiento global", señaló.
En esa última estimación, el FMI ya había recortado su optimismo, estimando un crecimiento del PIB mundial del 5,9% en 2021 en vez del 6% anterior. Para 2022, esperan un progreso del 4,9%.