Fue un día de importantes decisiones para la Conmebol y para lo que podría marcar el futuro del fútbol sudamericano y mundial. El Consejo de la Confederación, reunido presencialmente en Luque -después de dos años de postergaciones por la pandemia-, resolvió no apoyar la propuesta de Gianni Infantino de realizar una Copa del Mundo cada dos años. Como contracara, hay sumo interés en la Global Nations League, el proyecto alternativo que trabaja Alejandro Domínguez con la UEFA y que podría sustituir la idea ecuménica de FIFA.
El Consejo de la Confederación Sudamericana contó con la presencia de los diez presidentes de las Asociaciones miembro. El encuentro se dio a poco más de una semana de la intensa gira de Infantino por algunos países de Sudamérica. El titular del ente rector del fútbol buscó codearse con primeros mandatarios de los países y sumar apoyos para su proyecto de torneo bienal. A pesar de algunos coqueteos, como el caso de Venezuela -que confió en analizar la propuesta-, por ahora los países sudamericanos no dieron lugar al proyecto de un Mundial cada dos años.
Sin embargo, no fue ese el único tema que se conversó en el Consejo. Alejandro Domínguez también deslizó la propuesta que viene trabajando desde hace meses con el titular de UEFA, Aleksander Ceferin, y que se terminó filtrando hace poco por una publicación de La Gazzetta dello Sport: la Global Nations League.
La propuesta de la entidad europea supone la realización de un torneo entre mundiales con un sistema que incluya ascensos y descensos, tal cual el formato actual de la UEFA Nations League.
Podría disputarse de manera "desperdigada", tal como sucede con las fechas FIFA. La otra posibilidad es agrupar las ventanas internacionales en un mes y medio y en dos bloques, como sugería la propuesta de la FIFA impulsada por Arsene Wenger, director de Desarrollo Mundial del Fútbol, y Jill Ellis, su par en la rama femenina.
<b>Una propuesta que generó atracción</b>
Lo que parecía lejano ahora genera cercanía. Hubo una consulta puntual de los presidentes que terminó modificando el tablero y dibujando una sonrisa en la gran mayoría de los países. En un principio, se especulaba con que el torneo que propone UEFA sólo contaría con las invitaciones de Argentina y Brasil. Sin embargo, según pudo confirmar Doble Amarilla, se aclaró que este proyecto alternativo al de FIFA contempla la presencia de las diez asociaciones miembro, algo que cayó muy bien en todos los países, inclusive en las naciones que se especulaban como únicas invitadas.
Es más, el proyecto está recibiendo un apoyo particular por parte de ambas confederaciones, tanto la europea como la sudamericana. En parte, para eso será creada la oficina en Londres que aún está pendiente de inauguración. Será una estructura donde UEFA y Conmebol tendrán diálogo directo y podrán coordinar esfuerzos conjuntos para la creación de proyectos vinculados al fútbol. El argumento inicial fue de conformarla para dirigir la Copa Euroamérica, que disputarán Argentina e Italia como flamantes campeones de Copa América y Eurocopa. Ahora, todos los cañones apuntan al novedoso torneo que presentó UEFA.
Antes del viernes, se definirá la locación exacta del lugar y cuándo será su inauguración. Una de las posibilidades es que se presente antes de que los presidentes sudamericanos entren en el formato burbuja por la próxima doble fecha de Eliminatorias. Por la finitud del calendario, se apunta a que pueda ser en los primeros días de noviembre, es decir la semana que viene, o bien cuando finalicen las Eliminatorias. Es más, todavía se sigue trabajando para que en esa presentación pueda estar nada más ni nada menos que Boris Johnson, primer ministro de Gran Bretaña, con objeto de darle mayor trascendencia a la inauguración de la oficina.
La reunión, entonces, implicará un corte de cinta y una explicación de las ventajas del torneo por parte de Domínguez y Ceferin. Entre los argumentos principales, aparecen el rédito económico y a la competitividad para que se achique la brecha en las Copas del Mundo entre las selecciones europeas y las sudamericanas, una queja recurrente de los entrenadores de este lado del continente.
En tanto, en FIFA siguen de cerca los movimientos de ambas confederaciones y analizan cada casillero que se avanza. Esto se da a poco del Congreso anual de FIFA, donde Infantino daba por sentado que se aprobaría la modificación del calendario internacional para darle la bienvenida al Mundial cada dos años. A pesar de que el mandamás del ente rector contaría con los votos necesarios para modificar el tablero del fútbol mundial, decidió hacer una ronda de consultas para un buscar consenso con las diferentes entidades. No obstante, como resultado, recibió un no-respaldo explícito de Sudamérica y voces en Europa que amenazaron con irse de FIFA si se aprobaba el proyecto.