Es lógico pensar que el éxito de los clubes sudamericanos se mide en cantidad de Copas Libertadores que uno tenga en sus vitrinas, pero hoy en día, en un fútbol rodeado de necesidades económicas, los premios que ingresan a las arcas de aquellos que avancen a instancias decisivas del torneo continental hacen una gran diferencia en el presupuesto de los mismos.
De por sí, entrar a Fase de Grupos no es poca cosa. Cada partido como local remite un millón de dólares al hospedador del encuentro, por lo que quedar eliminado, o clasificar a la Copa Sudamericana, deja un mínimo rédito de compensación.
Llegando a Octavos de Final, como es el caso de River, Boca y Racing, los equipos reciben 1.050.000 extra, es decir que ya acumulan 4.050.000 dólares. Una vez que sobrepasan esta instancia, los números comienzan a elevarse notoriamente.
Acceder a Cuartos de Final suma otro 1.500.000 de la moneda norteamericana y los Semifinalistas recibirán otros dos millones. Ambos premios fueron aumentados luego de la edición pasada.
La final del certamen es sin dudas un acontecimiento especial para aquellos que la disputen y los números no lo disimulan. El ganador obtiene 12 millones de dólares mientras que su rival se lleva la mitad.
Además, en el caso de que el partido decisivo tenga público de ambas hinchadas, cada uno recibirá el 25 por ciento de las ganancias que esto genere. El resultado final para aquel equipo que levante el ansiado trofeo será un ingreso de 22.550.000 de dólares.
Si bien la comparación con la Champions League es habitual, los montos que reparte la competición europea son estratosféricos al lado de los sudamericanos. Bayern Múnich embolsó más de 77 millones de dólares por coronarse en la última edición frente a PSG en la Final de Lisboa.