Mientras el fútbol argentino no logra avanzar con la reanudación del campeonato, la Copa Libertadores empieza a tomar color. Y aunque el caso de Boca hizo ruido fronteras afuera, la Conmebol sigue adelante con los preparativos y la fecha prevista del 15 de septiembre para su reinicio. Fundamentalmente, porque se basa en las estadísticas. De acuerdo al relevamiento que se hizo entre las ligas que ya comenzaron a jugarse, hay un promedio de casi dos jugadores infectados por equipo.
El número exacto es 1.6 y a ese resultado se pudo llegar después de cotejar los datos en Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay, Ecuador y Chile, los países donde se están desarrollando los torneos locales. Tomando en cuenta que cada plantel participante de la Copa tiene 40 futbolistas inscriptos, la conclusión es que el porcentaje de contagiosidad es muy bajo.
Como muestra basta el ejemplo de Paraguay: disputadas 9 fechas desde su reanudación, el 17 de julio, apenas 20 futbolistas se detectaron positivos de Covid-19. Todos asintomáticos.
"Si se cumplen con los protocolos, no hay ningún riesgo. Y si lo que le sucedió a Boca le pasaba a otro equipo, nadie hubiera dicho nada", deslizaron desde Luque. Seis veces campeón de América y protagonista habitual de la contienda continental, el contagio masivo en la burbuja azul y oro generó preocupación a nivel nacional.