El volante entrerriano Joaquín Pereyra, que forma parte del plantel de Rosario Central, terminó siendo el primer futbolista que pagó caro la inactividad. Es que, en un parte médico elaborado por el doctor Hernán Giuria, se confirmó que el oriundo de Paraná padece una distensión en el recto anterior de su muslo izquierdo y deberá esperar un par de semanas mas para lograr la plenitud.
El comienzo de los entrenamientos había marcado, además, un par de jugadores con algunas molestias: Emanuel Brítez y Cristian González. El ex Independiente y Unión presentó una tendinopatía del tensor fascia lata de rodilla derecha y el uruguayo una molesta lumbalgia.
Mas allá de esta situación de lesión, los Canalla debieron activar el protocolo de aislamiento de varios colaboradores y dos jugadores (Maslovski y Romero) a raíz de haberse detectado dos casos positivos de COVID 19. Uno de ellos es uno de los preparadores de arqueros (Diego Zuljan) y Hécto Cardozo, histórico utilero de la Academia rosarina.