El camino de Marcelo Gallardo como entrenador de River, uno de los ciclos más exitosos en la historia del club, comenzó el 27 de julio de 2014, en Salta, cuando enfrentó a Ferro por los 16vos de la Copa Argentina. El elenco de Núñez venía de ser campeón con Ramón Díaz y el inicio de una nueva etapa, con el Muñeco en el banco, era toda una incógnita. Pero después de haber sufrido los 90 minutos del encuentro ante el conjunto de Caballito, el alivio llegó en los penales. Así el arranque del Muñeco pudo ser feliz y lo que llegó después es de público conocimiento. En aquel partido, puntapié inicial de una larga seguidillas de alegrías para los hinchas de la Banda, Napoléon puso en cancha, desde el inicio, a un entrerriano.
Se trata de Osmar Ferreyra, volante nacido en Basavilbaso. A sus 37 años, el Malevo ya colgó los botines aunque sigue muy ligado al fútbol, como integrante del cuerpo técnico de Ramón Díaz en Libertad de Paraguay, que además disputa la Copa Libertadores en el mismo grupo de Boca. El ex mediocampista fue titular en Salta en el estreno de Gallardo aunque luego no tuvo fue perdiendo lugar, jugó apenas ocho partidos con el entrenador y fue parte del plantel campeón de la Sudamericana, aunque no disputó ni un minuto. Por eso, un año después rescindió su contrato y se marchó a Rafaela, iniciando la etapa final de su carrera. Posteriormente, el basavilbasense luego fue al fútbol griego y regresó al país para dar sus últimos pasos en Boca Unidos de Corrientes.