Este domingo hubo una manifestación en la residencia presidencial de Olivos en reclamo de la habilitación de la vuelta del tenis en AMBA. Fueron profesores, jugadores y personal de los clubes, ya que se cumplieron tres meses sin poder realizar la actividad, desde la aparición de la pandemia, y esto provoca un daño económico. El argumento fue básicamente que se trata de un deporte en la que los participantes tienen una distancia mínima de seis metros, por lo menos en el single, y que ya se está practicando en 20 provincias.
Al respecton, el Presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Agustín Calleri, dio un respaldo absoluto al reclamo, que fue en forma pacífica, con bocinazos y exhibición de raquetas, pelotas y banderas. "Quiero apoyar la vuelta a la actividad en el AMBA, con los protocolos, que están publicados, de esa manera es seguro el regreso del tenis. Yo vi lo que fue el lunes, la gente corrió en el Rosedal con menos distancia social. El tenis es más seguro que correr amontonado, que fue lo que se vio por tele. Y es muy conveniente por todo lo económico que representa este deporte", dijo el dirigente.
Además, Calleri puso el ejemplo de lo que ocurre en Córdoba, su provincia natal. "Acá se juega todos los días, está liberado de 7.00 a 18.00. También se puede jugar dobles. Los profesores no pueden tener más de dos alumnos por cancha, no se usa el vestuario ni el bar, cada uno debe regresar a su casa para bañarse, en respeto al protocolo".
"Por ahora no sabemos de cierres, pero todos los clubes lo están pasando mal", agregó Calleri. Aunque también contó que la AAT no recibió pedidos de auxilio económico, ya que parte de los sueldos del personal los empezó a pagar el Estado.
El protocolo de la AAT incluye diferenciar las pelotas con un marcador, para que cada jugador sólo toque con la mano determinadas pelotas, y evitar el contacto de dos personas con ellas.
En tanto, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, pidió restringir las salidas de los runners en el AMBA, en parte porque se observó que hubo personas que no guardaron la distancia de dos metros.