Mariano Werner contó cómo sobrelleva el confinamiento junto a su familia en su departamento. Y entre tantas cosas, el entrerriano contó lo que escribió una noche, cuando sus hijos se durmieron.
"Siempre me gusta escribir en un cuaderno todo lo que pasó; tengo muchos cuadernos de todos los años y todas las categorías. Un día, tipo 23, escribí todo lo que pasó en el verano; me gustó escribir, desahogarme de algún modo, y si hay una carrera que no quiero ver es la de Viedma. Me quedé hasta las tres de la mañana escribiendo. Puedo ver mil veces el toque con Rossi, donde ahí fui culpable, pero la de Viedma no la digiero porque yo hice todo bien ese fin de semana", comentó Mariano en diálogo con el sitio <i>Campeones.</i>
Y continuó: "Son amarguras que son difíciles de explicar, de digerir, y sabiendo lo difícil que es ganar, sabía que habíamos perdido una gran chance. Y quedó mal mi nombre, siendo ajeno a lo que pasó".
Pero en un momento de la charla, Werner reveló que, hace unos días, también analizó la posibilidad de abandonar las competencias. "Me dieron muchas ganas de dejar, pero no solamente después de esa carrera sino en este tiempo de cuarentena, porque así como uno se alegra cuando las cosas salen bien, también se enoja o se frustra cuando no salen. Son momentos que son difíciles de explicar".
En otro momento del diálogo, el paranaense rememoró aquel título de 2010 que definió con Agustín Canapino, en el que los dos necesitaban el triunfo para celebrar. "Me queda la tranquilidad de que en cada carrera y en cada campeonato lo corrí con lo que tenía. No me pesa no haber salido campeón hasta el momento, pero me gustaría lograrlo por la gente y por mí también".
Por último, Mariano se refirió sobre su ausencia en el Súper TC2000 en esta temporada: "Armellini no tiene el apoyo que tienen otros equipos, y no tiene un piloto rentado como tienen otros equipos. Deportivamente no me servía tener una temporada como el año pasado", cerró.