Tres minutos antes de las 15, los jugadores de Boca comenzaron a descender del micro blindado que los transportó desde la concentración en Ezeiza hasta el estadio Monumental. Sin ningún tipo de incidentes a lo largo del recorrido, el plantel dirigido por Gustavo Alfaro se metió sin problemas en el vestuario visitante del estadio de River.
A las 14.10, Esteban Andrada había sido el primer jugador de Boca en poner un pie arriba del micro blindado que llevó al plantel al Monumental. Acto seguido, el resto de sus compañeros hizo el misma camino para acomodarse en los asientos del micro que a las 14.18 salió desde Ezeiza, agarrando la autopista Ricchieri, hacia Núñez para disputar el superclásico previsto para las 17 horas.
<iframe src="https://api.vodgc.net/player/v2/embed/playerId/DE2DML1506443975/contentId/804755?autoplay=no&external_playlist=804763,804751,804747,804735,804720,804715,804713,804698,804694" frameborder="0" allowfullscreen width="650" height="390" scrolling="no"></iframe>
Con un fuerte operativo de seguridad, que estuvo reforzado a medida que el micro se acercaba al Monumental, el plantel dirigido por Gustavo Alfaro emprendió el viaje. Custodiado por patrulleros y motos tanto delante como detrás y a los costados del ómnibus para que no haya incidentes teniendo en cuenta lo que sucedió en noviembre pasado, cuando Boca fue al Monumental a disputar la revancha de la final de la Copa Libertadores. Por suerte, esta vez hubo paz...