Central volvió a mostrar la imagen de equipo sólido, con enormes condiciones en el juego y jugó un partido estupendo, partiendo desde la defensa, que bajó considerablemente el goleo de Lanús y lastimando en ofensiva, con Bernasconi de nuevo preponderante y con altos porcentajes.
El arranque fue una primera muestra de lo que iba a ser el partido. Central salió concentrado en defensa, generó problemas a Jerez Pilotti en la conducción y también defendió con intensidad a Funes. En ataque, un triple de Madera, dos apariciones de Córdoba y dos bombazos de Bernasconi fueron el anuncio de una noche importante en ataque.
Tras un primer parcial 11-2 que ilusionó a todos, el Rojinegro fue manejando el partido con sapiencia, siempre defendiendo con intensidad, complicando también a Chaine en la zona interior y neutralizando a Trímboli e Ibáñez Paz, que estuvieron sumamente contrariados.
Con la defensa como mejor argumento y muy buenos pasajes de ataque, Central cerró el primer cuarto al frente 25-17 y mantuvo la intensidad defensiva, sabiendo que ahí estaría la clave del partido.
El segundo cuarto fue trabado de ambos lados, los dos se equivocaron bastante en ofensiva y perdieron varios balones. Central encontró claridad con un par de buenas apariciones de Madera y un triple de Forastieri, además de la solidez que siempre mostró Nacho Fernández para conducir al equipo. Pero la clave siguió estando atrás, en defensa, obligando a Lanús a tirar forzado, complicando enormemente a Jerez Pilotti y Pacciotti en la conducción. Solamente Chaine sacó la cara por su equipo, pero el grandote estuvo demasiado solo como para poder intentar una recuperación.
Central se terminó despegando con un triple de Bernasconi y se fue al descanso largo sacando 13 de luz (39-26) en un Bértora que explotaba.
El tercer cuarto fue una ráfaga de Central, que metió tres triples seguidos y en un abrir y cerrar de ojos sacó 20 de diferencia, ante del delirio de la gente. El entrenador visitante pidió tiempo muerto pero no pudo cambiar el rumbo del partido, su equipo siguió siendo víctima de la estupenda defensa de Central, que cuando se sintió cómodo en el partido, no perdió la intensidad para defender, neutralizó a piezas fundaentales del equipo visitante, como Jerez Pilotti que terminó sin puntos, Funes que hizo 6 e Ibáñez Paz que marcó 4.
Ofensivamente Central repartió el goleo, apareció Lolo Capponi con una bomba, Forastieri clavó otra y Bernasconi fue un león abajo del canasto, muy bien acompañado por Madera que también tuvo un altísimo rendimiento, para llegar al cierre del tercer parcial con ventaja de 65-47 y la sensación de historia liquidada.
En el último cuarto Central no dio lugar a sorpresas, mantuvo la intensidad defensiva y continuó lastimando a distancia, ya con Capponi encendido, con Ledesma peleando abajo y con el enorme trabajo de Gastón Córdoba, que hizo de todo un poco (10 puntos, 10 rebotes y 6 tapas). Lanús sintió el esfuerzo y su entrenador mandó a cancha a los juveniles para cerrar, sabiendo que no habría forma de torcer la historia.
Central se mantuvo firme, permitió algunos goles cómodos de su rival, aunque sabiendo que el triunfo estaba abrochado y que nada torcería el rumbo del partido.
El Rojinegro dio un paso gigante, necesario y sustentado en muy buenas armas. Desde la defensa, dejando en 73 puntos a un rival de enorme jerarquía, afianzado en la experiencia de sus principales valores y empujado por su gente, el Rojinegro se puso a un partido del ascenso.
Mañana a las 20, de nuevo en el José María Bértora, los de Panizza tratarán de cerrar la serie ante un rival que buscará jugarse lo que le queda para poder extender la definición y llevarla a un quinto juego en Lanús.
La ilusión de Central está intacta. Toda una ciudad basquetbolera empuja al equipo que dentro de la cancha, ha dado sobrados motivos para poder esperanzarse.
Fuente y foto: <i>Diario El Día.</i>
