Tenía que ser la fiesta más grande del mundo y terminó siendo un papelón que se vio en decenas de países. Un nuevo cachetazo para el fútbol argentino, que desnudó fallas organizativas de la Conmebol, del operativo de seguridad y de la propia FIFA, que quería jugar el partido a como dé lugar.
Cerca del mediodía, el volante de Boca Pablo Pérez fue trasladado al Sanatorio Otamendi para que el oftalmólogo Alejandro Weremzuck le realice un control en el ojo afectado por "una úlcera corneal causada por un objeto extraño en el ojo", tras el ataque a pedradas al micro de Boca. En paralelo, la dirigencia del club xeneize emitirá desde el Hotel Madero un comunicado para dejar sentada la postura del club.
Tras el escándalo de violencia que provocó la suspensión de la Superfinal de la Copa Libertadores, esta tarde debería jugarse el encuentro: está programado para las 17, en el estadio Monumental, que recibió una "clausura administrativa". La sanción se debe al exceso en la capacidad del estadio y por la obstrucción de los pasillos de salida. Sin embargo, Ricardo Pedace, titular de la Agencia Gubernamental de Control, afirmó a TN este domingo que la pena ya fue levantada previo pago de una multa.
En la máxima entidad del fútbol sudamericano son optimistas y confían en que River y Boca cumplirán su "pacto de caballeros". La cúpula de la Conmebol se apoya en un documento que firmaron ambos clubes comprometiéndose a jugar este domingo.
Por estas horas, hay una reunión clave entra Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y la Nación para reforzar el operativo del encuentro y evitar nuevos incidentes.
Sin embargo, los jugadores del Xeneize se niegan a disputar el encuentro. Pablo Pérez no está en condiciones para formar parte del 11 titular y sus compañeros entienden que estarían en desventaja al no contar con su capitán. La dirigencia de Boca busca torcer esta postura y convencer a los referentes para que jueguen esta tarde.
¿Si no se juega hoy, cuándo? Pérez podría volver a las canchas recién en 6 días. En la semana, además tendrá lugar el G20 y las fuerzas de seguridad estarán abocadas a la cumbre de líderes mundiales. No hay fechas disponibles por la ajustada agenda de la Superliga, las fases decisivas de la Copa Argentina y el Mundial de Clubes, que arranca el 12 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos con el ganador de la Copa Libertadores y de otras competencias continentales.
El sábado por la noche, dirigentes de peso del Xeneize se reunieron con los abogados de club para analizar otras alternativas. Una de las posibilidades que sonó es pedir el partido. La primera duda que surgió es: ¿se lo puede hacer responsable a River por lo que ocurrió fuera del estadio?
Según el reglamento disciplinario, sí. El inciso 2 del artículo 8 de este reglamento detalla que los clubes "son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores". "Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que pudieran adoptarse por los órganos judiciales".
En el Xeneize comparan lo vivido el último sábado con el episodio del gas pimienta de 2015: los jugadores de River fueron agredidos en la Bombonera y no se jugó el segundo tiempo. El Millonario reclamó en la Conmebol y Boca fue eliminado de la competencia.