La guardia de oftalmología del Sanatorio Otamendi revisó el ojo izquierdo de Pablo Pérez y le comunicó a Jorge Batista, médico de Boca, que el jugador tiene una úlcera en la córnea. Aparentemente se trata de una astilla de vidrio y, por ende, el mediocampista, que iba a ser uno de los titulares, no está en condiciones de afrontar el partido contra River en el Monumental, al igual que Gonzalo Lamardo.
No obstante, ambos futbolistas abandonaron el estadio Monumental sin poder ser revisados por los médicos de la Conmebol, por lo que la entidad no cuenta con un parte como argumento oficial para suspender la Final. Así lo expresa una nota de la entidad dirigida al presidente de la Confederación, Alejandro Domínguez, donde habla de lesiones "superficiales" y dice que "desde el punto de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro".