El Gran Premio de China vino con sorpresas. Lo que a priori parecía otro fin de semana teñido de rojo, y no por el estandarte oriental, sino por el dominio que habían impuesto las Ferrari en la clasificación y en las fechas previas, derivó en un final a todo color , manejo, estrategia y velocidad con las alas que tuvo e Red Bull de Daniel Ricciardo para no parar de avanzar en el circuito de Shanghai hasta coronarse en la gloria del podio por encima del Mercedes de Valtteri Bottas y la Ferrari de Kimi Raikkonen, ambos de gran carrera.
El australiano cortó de esta manera con la racha de triunfos de Sebastian Vettel (Ferrari) en el inicio de esta temporada que lo mostraba casi imbatible.
Nadie apostaba a un final como este ni a un Red Bull en lo más alto. A lo sumo suponíamos un triunfo de las Flechas de Plata, pero no de un auto austriaco. Tal vez habría que preguntarle a Ricciardo, porque él fijó su norte desde el comienzo mismo de la carrera.
En la largada, Vettel se lanzó en punta y Max Verstappen (Red Bull) se ubicó tercero superando a Räikkönen y a Lewis Hamilton (Mercedes).
Con el correr de las vueltas comenzaron a ingresar los coches a boxes y las posiciones se fueron modificando. Bottas logró posicionarse en la punta luego de la entrada de Vettel que salió detrás del Mercedes.
Entrados en la trigésima vuelta, las cosas comenzaron a alterar su normalidad. Pierre Gasly (Toro Rosso) intentó superar a su compañero de equipo Brendon Hartley, fallando en los cálculos hasta chocar y esparcir por la horquilla los restos de ambos autos.
El auto de seguridad salió a pista y los Red Bull decidieron hacer parada en boxes para colocar el neumático blando. A partir de allí, ambas maquinas se mostraron veloces y sus pilotos con claras intenciones de avanzar.
Ricciardo comenzó su cacería. Superó primero a Kimi por la quinta posición; luego a Hamilton en la vuelta 40 por el lado interno de la horquilla y más tarde a Vettel para ir en busca de Bottas.
Quien falló en el intento fue Verstappen. El joven piloto, volvió a mostrar su exceso de vehemencia a la hora de superar contrincantes y esta vez fue Vettel quien sufrió las consecuencias. Resultado: Verstappen, sancionado con 10 segundos y Vettel cayendo al septimo lugar.
A todo esto, el compañero de Max hacía todo al revés del holandés y adelantaba al finlandes de Mercedes para liderar la carrera hasta el final, que dejó una perlita más: Fernando Alonso hizo leña del árbol caído y superó en una buena maniobra al lastimado Ferrari de Vettel dejándolo con el octavo lugar en la final.
De esta manera Ricciardo logra su sexta victoria en la Fórmula 1 y corta la racha de Vettel (Ganó las dos primeras), que buscaba igualar a Michael Schumacher (2000 y 2004) y a Nico Rosberg (2006) ganando los tres primeros grandes premios de la temporada.
Finlandia festeja los otros dos escalones del podio con Bottas segundo y Räikkönen tercero.