Barcelona vivió una tarde soñada en el Bernabéu, se impuso en el clásico por 3 a 0 y, aunque todavía no terminó ni la primera rueda, dejó casi sentenciada la Liga.
El equipo de Ernesto Valverde festejó gracias a los tantos de Luis Suárez, luego de una gran contragolpe, a los 8 minutos del complemento, y de Lionel Messi, histórico verdugo del Real en la Casa Blanca -anotó 15 goles en 19 partidos en ese estadio-, de penal, a los 19, y de Aleix Vidal, con el tiempo cumplido. En la jugada previa a la pena máxima, fue expulsado Carvajal por último recurso.
Los catalanes, que ahora -con un juego más- le sacaron 14 puntos de ventaja a su acérrimo rival, justificaron plenamente la victoria por lo realizado en el complemento -luego de una primera parte muy equilibrada-, donde con espacios se hicieron un festín al ritmo del fútbol de Iniesta, Busquets y Rakitic, siempre con Messi como director de orquesta, acaso hoy sin tanta participación, pero absolutamente decisivo. Además, cada vez que lo necesitaron, tuvieron en Ter Stegen a una muralla invulnerable para Cristiano y compañía.
En la próxima fecha, la 18, el domingo 7 de enero, el Barcelona será local del Levante, mientras que los de Zidane visitarán al Celta.