Barcelona goleó 4-0 a Deportivo La Coruña la fecha 16 de la liga española, en un partido que dejó varias jugadas para destacar, ya que no fueron las que caracterizan al equipo catalán: Lionel Messi tuvo tres remates que terminaron en el palo del arco rival y le atajaron un penal. Además, a Luis Suárez no le convalidaron un gol de rabona pero fue el autor de dos, al igual que Paulinho.
Lionel Messi fue el centro de todas las miradas en el partido entre Barcelona y Deportivo La Coruña en el Camp Nou. El conjunto catalán volvió a ser local por la Liga de España luego de la última fecha por Champions League, jugada el 5 de diciembre frente a Sporting Lisboa. Por eso fue que el argentino tuvo su momento y en la previa del partido compartió con el público el Botín de Oro que ganó a fin de noviembre. Esta distinción la había obtenido por ser el goleador de las ligas europeas con 37 tantos en la pasada temporada.
Luego, ya con el partido en marcha, Messi tuvo su primer jugada de gol y la erró. Habían pasado tres minutos de juego y el argentino, tras un centro en el área chica, empalmó la pelota y la mandó a las tribunas.
El primer gol del partido: Lionel Messi controló la pelota de manera perfecta con el pecho y le dio el pase gol al uruguayo Luis Suárez, quien tocó en el área para abrir el marcador.
La jugada que puso el 2-0 para Barcelona vino de una jugada elaborada por el argentino. Messi tomó una pelota en el área y cruzó un remate que terminó dando en el palo, pero el rebote fue capturado por el brasileño Paulinho, que lo cambió por gol. Fue el remate número 22 en esta temporada para Barcelona que da en el palo.
Messi tuvo otra oportunidad: esta vez un fuerte remate al centro del arco que encontró al arquero bien parado. Éste dio rebote y de 'rabona' el uruguayo Luis Suárez la metió dentro del arco, pero rápidamente la pelota fue despejada por Martínez y el árbitro no dio gol, señala Cancha llena.
Ya en el segundo tiempo, con el partido 3-0, el árbitro cobró una infracción dentro del área a Luis Suárez y Lionel Messi fue el encargado de patear el penal. El argentino quería festejar con su público, luego de haber presentado su Botín de Oro, pero el arquero adivinó el lado y ahogó el grito culé.
Al final, Messi se fue con una doble sensación: la del amplio triunfo de su equipo, que mantiene su ventaja de seis puntos sobre Atlético de Madrid (único escolta), y también la de no haber podido marcar. Así y todo sigue siendo el goleador del campeonato, con 14 tantos.