La AFA tiene a un vicepresidente que no puede representar al fútbol argentino más allá de sus fronteras: Daniel Angelici no superó el "test de idoneidad" de la Conmebol, al que deben someterse todos los dirigentes de alta responsabilidad del fútbol sudamericano. Según pudo averiguar La Nacion, todos los candidatos a vicepresidente y el propio Tapia mandaron la información requerida por la Conmebol antes de las elecciones de la AFA del 29 de marzo pasado.
En Asunción, donde está emplazada la casa rectora del fútbol sudamericano, aprobaron las presentaciones. Convalidaron, de hecho, a las nuevas autoridades de la AFA. Pero el test de integridad tuvo una segunda parte: una serie de entrevistas personales que se realizaron en el Hotel Panamericano, a pocas cuadras del Obelisco. Ahí, Angelici falló. Con esta decisión podrá seguir ejerciendo como vicepresidente de la AFA en el país, pero no en el resto del mundo.
Al hotel fueron, por separado, Tapia, Angelici, Hugo Moyano (vicepresidente segundo de la AFA) y Guillermo Raed (vicepresidente tercero). Tapia pasó sin problemas. Moyano, incluso, invitó a los enviados de la Conmebol a comer un asado de camaradería. También pasó Raed, que tampoco tuvo problemas. Pero Angelici, según pudo reconstruir La Nacion, respondió a las consultas "de forma distante y poco colaborativa". Los miembros de la Conmebol no quedaron conformes.
La encargada de realizar las pruebas de idoneidad a los candidatos es la comisión de Gobernanza y Control de la Conmebol. Tiene siete miembros y reporta a la oficial de cumplimiento de Ética y Gobernanza de la confederación, la licenciada paraguaya Graciela Godoy. El órgano tiene un argentino: Orlando Salvestrini. Ex tesorero de Boca, su relación con Angelici no pasa por el mejor momento debido al manejo actual del básquet (deporte insignia de la gestión de Salvestrini en el club). De todas maneras, Salvestrini no podía integrar la subcomisión encargada de examinar a los candidatos argentinos. Los seleccionados fueron Enrique Lucena Barrero, de Colombia; Wladimyr Vinycius de Moraes Camargos (Brasil) y Galo Yerovi (Ecuador).
Las fuentes consultadas coinciden en que, luego de las entrevistas, los tres integrantes pidieron más información por escrito a los directivos argentinos. El plazo para enviar esas explicaciones venció ayer, 18 de julio. Angelici no aportó los datos necesarios y, por eso, se filtró la información sobre el resultado de su prueba de idoneidad. Lo curioso es que, en medio de la interna de la AFA, tuvo que ser la FIFA la que pusiera los puntos y obligara a los candidatos argentinos a chequearse en un órgano de la Conmebol.
En una recordada Asamblea, el Ascenso Unido había conseguido votar que quien se encargara de las pruebas fuera el Colegio de Abogados porteño, del que Angelici era (y sigue siendo) vicepresidente. La FIFA reafirmó a la Conmebol, y señaló que la prueba de idoneidad era obligatoria para presidentes. Los tres candidatos a vicepresidente (Angelici, Moyano y Raed) se sometieron de manera voluntaria.
Sin embargo, la Conmebol nunca reglamentó los alcances de esa prueba. ¿Qué ocurre con quienes no lo pasan? ¿Hay sanciones? ¿Pueden volver a presentarse como candidatos? Tampoco hay definiciones sobre dónde apelar los resultados. Por este motivo, y como no recibir este tipo de recursos no es una facultad del actual tribunal de Apelaciones de Conmebol, si Angelici quisiera confrontar el resultado del test de idoneidad por vías legales sólo le quedará el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Y sus posibilidades de éxito son escasas.