Fue un comienzo complicado para los Spurs. Porque Golden State se encontró con una mira afinada y cuando los Warriors están finos, difícil es frenarlos. Especialmente, si del otro lado falta el mejor defensor del equipo y, quizás, de la liga. Esa mira le dio al conjunto local una ventaja clave en el primer cuarto. Con Stephen Curry, los campeones de 2015 metieron 6 de sus 9 intentos de triples y se hicieron un festín.
Del otro lado, San Antonio no pudo seguir esa intensidad que caracteriza al equipo de Steve Kerr. Menos pudo con su disparo desde larga distancia, sin aciertos en cuatro intentos. Encima, Manu se cargó de dos faltas rápidas y condicionó su juego antes del final de los primeros doce minutos. El primer descanso llegó con ventaja de 33-16 para los de blanco y amarillo.
No fue muy diferente el segundo cuarto. Golden State jugó de la manera que lo hacía San Antonio y la estadística no miente: repartió 23 asistencias en el primer tiempo, la marca más alta en los últimos 20 años para una mitad. Y defendió de maravillas. A los Warriors, apenas se les escapó un Jonathon Simmons que todavía pelea por conseguir un buen contrato para el año próximo. El novato fue el goleador de su equipo al entretiempo con 17 puntos. Eso sí, la ventaja para el local se fue a 72-44. Paliza.
Demostró una leve reacción el equipo de Greg Popovich en el comienzo del tercer cuarto. Pero duró apenas unos minutos. Los necesarios para que se volviera a encender Curry con sus triples. La diferencia que llegó a achicarse a 20 puntos, volvió después a los casi 30 y el partido se terminó para los Spurs.
El parcial terminó con Golden State arriba por 106-75. La cabeza de ambos se fue directo al choque del sábado en Texas. Tanto, que Ginóbili no volvió a la cancha y finalizó con 2 puntos en 5 minutos.
El último cuarto se jugó sólo para cumplir, con los titulares viéndolo desde el banco. Golden State se despidió de Oakland con el 2-0 y una paliza histórica. Terminó ganando por 36, con Curry como el gran responsable, con 29 puntos (6-9 en triples).
Ahora San Antonio tendrá que prenderle velas a Leonard, esperando que su tobillo vuelva en condiciones para el próximo sábado, cuando se jugará el tercer partido de la serie, ahora en Texas. El cuarto, también en cancha de los Spurs, será el lunes de la próxima semana.