Atlético Tucumán vivió una verdadera epopeya antes de lograr la clasificación en Quito frente a El Nacional por la segunda fase de la Libertadores. Entre todas las cosas que tuvo que superar el "Decano" se destaca la indumentaria, ya que le tuvo que pedir prestada un juego de camisetas a la Selección Sub 20 argentina porque su ropa quedó arriba del avión que fue retenido en Guayaquil.
Más allá de lo atípico de la situación, no es la primera vez que los equipos argentinos tienen que recurrir a camisetas de otros clubes. De hecho, es algo que le pasó a Boca, River y Vélez, quienes tuvieron que pedir prestados otros juegos de camisetas para poder saltar a la cancha.
En 1963, Boca debutaba en la Libertadores como local frente a la Universidad de Chile con la camiseta del Milan. Los dirigentes del equipo de la Ribera decidieron saltar a la cancha con un juego de camisetas del "rossonero", que se los habían obsequiado por el pase de un jugador, por la similitud de las remeras titulares de ambos equipos.
River vivió una situación similar en 1980, disputando la Copa Joan Gamper en España. En el partido por el tercer puesto, el conjunto de Núñez debió utilizar la camiseta suplente de Barcelona ya que el PSV Eindhoven de Holanda de Holanda tenía una remera similar y ninguno de los dos equipos tenía alternativas a mano.
A Vélez le ocurrió dos veces, con una particularidad: una de ellas se vistió de verde y otra de azulgrana. En 1977, el conjunto de Liniers utilizó la camiseta de Ferro ante Platense, ya que hacía de local en Caballito y ninguno de los dos tenía ropa alternativa. Algo similar le ocurrió en Paraguay en 1998 cuando visitaba a Olimpia por la desaparecida Copa Mercosur, cuando tuvo que recurrir a un juego de remeras de Cerro Porteño, que vestido por la misma marca.
Hay otro caso en el fútbol argentino donde un equipo se vio obligado a usar la camiseta de su clásico rival. En 1987 Excursionistas se calzó la camiseta de Defensores de Belgrano frente a Laferrere, las cuales fueron cedidas gentilmente por el utilero del equipo de barrio norte, que era amigo de un dirigente de la institución de Colegiales.