En un partido ante Leicester, Horwill se fracturó uno de sus dedos tras una mala caída. Lo peor de todo es que pidió seguir jugando. Un verdadero loquito amante de la ovalada. Las imágenes son clarísimas: se le ve el hueso de la mano. El rugbier pidió que se lo recolocaran y vendara, así pudo continuar.
Lo cierto es que los muchachos del cuerpo médico del Harlequins no comen vidrio. Ellos le informaron al staff técnico que Horwill debía ser reemplazado. Horas después del partido subió un mensaje a Twitter: "El dedo parece normal de nuevo; ya todo está bien. Aprecio todos los mensajes".
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="en" dir="ltr">Fair play to <a href="https://twitter.com/JHorwill">@JHorwill</a> playing for <a href="https://twitter.com/Harlequins">@Harlequins</a>, hard as nails asking the Physio to tape this up to play on! <a href="https://t.co/nB3N0FI2WA">pic.twitter.com/nB3N0FI2WA</a></p>— Andy Goode (@AndyGoode10) <a href="https://twitter.com/AndyGoode10/status/800386228579233793">20 de noviembre de 2016</a></blockquote>
<script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>