La Argentina tendrá un récord de 213 atletas dentro de la competencia -igualó la línea de Londres 1949-, por lo que la cosecha de medallas representa también la obsesión de siempre.
Pero para Werthein, lo más rescatable es que se cumplirá el primer ciclo olímpico desde la creación del Enard, que ayudó a los deportistas a recibir becas económicas para competir en el exterior y desarrollar su trabajo.
"Hablamos de una planificación de cuatro años. Se hizo y se ejecutó, lo que permitió que los atletas estén preparados como los mejores del mundo. No creo que haya un chico que tenga una cuenta pendiente con su ideal de preparación. Ese sueño está cumplido y nos da esta delegación más cuantiosa respecto de Londres 2012. Y mayores chances de pelear por un podio. Deberíamos mejorar la performance de Londres. Estamos preparados para tener un desempeño superador a esas cuatro medallas", confió, al recordar las preseas dorada, plateada y de bronce (2) que se obtuvieron en el último Juego Olímpico.
Esto, igualmente, no quiere decir que la Argentina haya podido recortar la distancia con los países más desarrollados, porque "el mundo crece y se prepara mejor, apelando a todas las ciencias aplicadas al deporte".
"Antes la brecha se ampliaba porque el mundo se preparaba mejor y nosotros peor. Ahora vamos todos para arriba. Si uno analiza los deportistas que podían ganar una medalla en Londres y observa los equipos que pueden hacerlo acá, creo que son más. Pero ojo, la medalla va y viene en un segundo. Depende de cruces, de rivales. Hay infinidad de factores", explicó Werthein, en una charla con medios argentinos en la zona internacional de la Villa Olímpica de Río de Janeiro.
El presidente del COA anunció que, a diferencia del anterior ciclo, habrá premios en efectivo "en el momento" para los deportistas que obtengan medallas, más allá de la beca posterior que le corresponderá para que puedan seguir desarrollándose.
"Se cambió un poco el concepto. Antes había un premio en efectivo y una beca que duraba todo el ciclo olímpico. Aprendimos. Nos parece que el resultado de una medalla hay que premiarlo en el momento y a las becas hay que ajustarlas con otras variables. Cuando terminen los Juegos estamos pensando en hacer cambios en las becas, que estén más ligadas a la performance, resultados, preparación, estudios. El que gane una medalla no va a tener beneficios posteriores de beca, sino un premio en el momento. Y significativo. Ya daremos a conocer las escalas. Me parece que es merecido. No quiero que vuelva a pasar lo que le sucedió a Juan Curuchet en Pekín, cuando ganó el oro. Me llamó y me dijo: 'Gerardo, soy campeón olímpico, pero no tengo plata para hacerle un baño a mis hijos'", recordó.
Sin querer hablar tanto sobre los problemas edilicios que tuvo el sector destinado a la delegación argentina en la previa, Werthein explicó que los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018 no sufrirán los mismos temas.
"Creo que nosotros tenemos un panorama distinto. Cuando se eligió a Buenos Aires sede de 2018 Mauricio Macri era Jefe de Gobierno. Hoy es presidente, en la Ciudad está Horacio Rodríguez Larreta y en la Provincia, María Eugenia Vidal. Entonces, a diferencia de lo ocurrido en Brasil, tenemos una gran empatía política entre todos los sectores que interactúan en los Juegos de la Juventud. Tenemos felizmente una ciudad que no muestra problemas económicos y financieros y que cumple con cada uno de los compromisos y pagos religiosamente", indicó.
Y agregó: "La obra más grande es la Villa Olímpica. Son 30 edificios, y estamos llegando ya al 4° piso. Queremos no sólo que se entregue en término, sino que se pruebe en los tests events. Probarlos con los atletas incluidos. Esto es prueba y error. Buenos Aires 2018 no tendrá estos inconvenientes. Preveo que esté muy bien organizado, que las obras lleguen a término y probadas. Estamos muy avanzados. Si mirás un cronograma de cómo deberían encontrarse las obras, estamos con 6 o 7 meses de adelantos respecto al plan original. Cero problema".