Preocupación en el rugby de Tucumán. Un hecho tan increíble como repudiable sucedió el último fin de semana en el Torneo Regional Desarrollo. Allí, Daniel Contreras, jugador del club Corsarios, sufrió la amputación de media falange de un dedo de su mano por la mordida de un rival del equipo Aguará Guazú. Por eso, la Unión de Rugby de Tucumán lanzó un comunicado para "repudiar enérgicamente" lo sucedido e informar que "se tomarán las medidas correspondientes".
"Los que conversan conmigo, me dicen cosas como '¿qué no te has dado cuenta de lo que te ha pasado?", contó Contreras, al tiempo que destacó que "la recuperación será de tres meses". "Los médicos me dijeron que no me lo podían injertar de nuevo al dedo porque estuvo en la tierra y podría haberle entrado alguna bacteria", recordó. El hecho ocurrió durante un ruck, cuando un rival le mordió el dedo meñique de la mano izquierda.
Claro que el problema para Contreras no solo pasa por el rugby. A sus 39 años y padre de familia, necesita volver con rapidez a su trabajo como seguridad. "Ahora ya me cayó la ficha y digo, epa, está complicado. Desde los 10 años que juego al rugby, y ahora tengo 39. Nunca me pasó algo así, ni parecido. Y no puedo evitar pensar: ¿qué hubiera pasado si el chico me soltaba el dedo un segundo antes? No habría pasado nada, hubiera terminado como un partido más. Prefiero ya no pensar en lo que pasó, sino en mirar hacia adelante. En recuperarme y volver a mi trabajo como seguridad. No sé si podré volver a jugar o no, pero prefiero no verlo por ese lado, porque me voy a poner mal", comentó.
"Yo no soy ninguna carmelita descalza jugando, está bien, pero nunca se me ocurriría hacer algo así. De todos modos, quiero creer que el chico no tuvo la intención de hacer tanto daño. Si habrá sanción y cuál será, eso lo decide la Unión. Lo que más me duele es que estas cosas le hacen muchísimo mal al rugby", concluyó Contreras, conocido en su club como Chanchín. En Corsario también juega uno de sus hijos, de 20 años, como apertura.
Por su parte, a través de su web, la Unión de Rugby de Tucumán emitió un comunicado en el que "repudia enérgicamente la agresión que sufrió un jugador del club Corsarios en el partido de Primera ante Aguará Guazú por el Torneo Regional Desarrollo". "Hechos como este no tienen ninguna relación con el espíritu y los valores que pregona nuestro deporte, por esa razón, afirmamos que no pueden existir y que deben ser erradicados. Por ello, la Unión de Rugby de Tucumán tomará las medidas correspondientes y actuará según lo establecido por los reglamentos", explicó el organismo, sin mencionar el nombre del jugador de Aguará Guazú.