El máximo referente dirigencial del Centro Juventud admitió que en los próximos días definirán si continuarán ligados con el básquet profesional. Repasó lo que sucedido y rememoraró lo que uno menos desea, siempre incomoda y genera disgusto. En una entrevista con <i>El Diario</i> dejó muy claro su punto de vista además de lo que vendrá para el Centro.
-Pasaron algunos días del descenso, pero uno imagina que el golpe es fuerte y que aún cuesta asimilarlo.
Fue un golpe fuerte. Es cierto. Es la primera vez que nos toca vivir un descenso y no es agradable para nada. Pero ya está, hay que asumir la realidad. Deportivamente nos tocó bajar de categoría y hay que afrontarlo.
-En la autocrítica no creo que haya muchos grises. Sionista fue el peor equipo de la temporada.
-Si, no hay dudas. Es así. Debemos reconocer que el equipo nunca se encontró. Arrancó bien pero después se cayó y ya nunca pudo levantarse. Como equipo es evidente que no hubo química y que los rendimientos individuales no fueron los mejores. Todos esperábamos algo más, pero la producción de cada uno de los jugadores no fue la mejor.
-¿Estás dolido, frustrado, con bronca?
-Uno siempre quiere lo mejor y trabaja para logarlo, pero no se nos pudo dar. En el deporte hay situaciones que son impredecibles?.
-? ¿Cómo cuales?
-Por ejemplo, que originalmente teníamos pensado en armar otro tipo de plantel, con Marcus Melvins como ala pivote, siendo él una adquisición importante. Después de ficharlo, Melvins tuvo un percance y no pudo sumarse a Sionista, y allí ya hubo que modificar el esquema. Se buscaron otras fichas para armar la estructura planificada pero no se pudo, no fue lo mismo y las cosas no salieron como deseábamos. Lo que se tenía planeado en un principio hubo que modificarlo.
-Opino que este plantel estuvo mal armado. Hubo puestos claves que no se cubrieron correctamente. La base y el juego interno no fue el indicado.
-Originalmente sí estaba bien armado, pero tuvimos que hacer retoques sobre la marcha que después no funcionaron. Por ejemplo, la idea era traer a otro base. Reynaldo García no era el base que habíamos pensado en un principio. Teníamos pensado en otros jugadores pero no llegamos con las cifras que pedían para venir a Sionista. Entonces, fue ahí que optamos por García. En sí, teníamos dos o tres bases en carpeta, pero no pudimos concretarlos. La llegada de García fue después a que nosotros tuvimos que descartar las primeras opciones. Generalmente uno pretende bases nacionales, pero se dio su opción y la tomamos.
-Dijiste que hubo imponderables, no hubo química de equipo y los rendimientos individuales no fueron los esperados. ¿Qué más faltó?
-Faltó un líder. En este plantel no hubo un solo jugador con esas características dentro y fuera de la cancha. Eso se notó y fue una ausencia importante. Sionista no tuvo ningún líder en el grupo.
-¿Es cierto que después de la derrota que decretó el descenso, entraste al vestuario y le agradeciste al grupo por el esfuerzo?
-Sí. Fue así. Lo hice porque más allá de todo, los jugadores hicieron un enorme esfuerzo por intentar cambiar la situación. No hubo química en los partidos y demás, pero las ganas que le metieron estos pibes fueron tremendas. Yo lo vi, no me lo contó nadie. El sacrificio fue grande, entonces, en ese sentido no puedo reprochar nada, absolutamente nada. Descendimos porque fuimos el peor equipo dentro de la cancha. En las prácticas los muchachos trabajaron muy fuerte, con ganas y humildad, pero en los partidos no salió nada. Y el esfuerzo fue durante todo el proceso, no sobre el final. Lamentablemente fue un equipo muy débil de la cabeza. Le sacaban 10 puntos o perdía tres pelotas seguidas y se caía estrepitosamente.
-¿Cuando ganaron el segundo partido por la Permanencia en Lanús, dijiste "nos salvamos"?
-Sí, lo pensé. Ese segundo partido el equipo entró con una fortaleza asombrosa y ganó un partido muy difícil. Esa personalidad me hizo pensar en que cambiaba todo y que en Paraná se nos daba, pero no, no se pudo.
-Ahora bien, la pregunta que todos se hacen: ¿En Sionista de ahora en más qué? ¿Van a jugar el Torneo Nacional de Ascenso?
-Lo estamos analizando. No hay nada definido. Acá hay que barajar y dar de nuevo, con presupuesto distinto, con sponsoreos diferentes, sin derecho de televisión. El derecho de la TV no iba para el equipo sino que iba a la institución. Entonces, son diferentes factores los que juegan para tomar la decisión. No es solamente armar un equipo y participar. Igual, nosotros ya estamos trabajando en todo eso, y creo que en 15 días lo vamos a definir. En sí, hay que trabajar en una estructura que desconocemos. El TNA de ahora es muy diferente a cuando nosotros jugamos hace diez años. Vamos a ver.
-¿Personalmente querés jugar el TNA?
-Sí, yo quiero jugar TNA. Tengo ganas. Pero insisto, vamos a participar si es algo sólido. No nos vamos a tirar a la pileta porque sí. Un ejemplo, hoy no tenemos ni idea de los valores de jugadores de TNA, como tampoco de cuánto se cobra la cartelería de publicidad. Nosotros sabíamos que en la Liga Nacional el presupuesto rondaba en tal monto y que podía aumentar un 20 o 25 por ciento en cada temporada. Pero había un conocimiento previo. Ahora estamos con poco conocimiento.
-¿Particularmente tenés fuerzas para seguir?
-A mi me gusta el desafío. El básquet es una pasión para mí. Pero repito, siempre con orden. No vamos arriesgar 20 de años de prestigio por una locura de una temporada.
-¿Si te ofrecen comprar plaza?
-No. No se me cruza por la cabeza. No entra dentro de nuestra filosofía. Si nos tocó descender, lo aceptamos. Y nuestro descenso fue justo, entonces, deportivamente se paga. El descenso fue indiscutido después de una mala campaña.
-¿Te imaginás a Sionista fuera del mapa basquetbolístico, sin Liga Nacional ni TNA?
-Todo puede ser, pero en si tenemos ganas de seguir con el desafío, siempre y cuando estén dadas las condiciones. Locuras no.
-Ahora bien, ¿si Sionista juega TNA cuál va ser la idea? ¿Equipo con pretensiones?
-Equipo como lo hicimos siempre, respetando los presupuestos. Cuando en su momento ascendimos a la Liga Nacional no armamos un plantel con aspiraciones, pero se dio y llegamos. Nada te asegura nada. Si el jugar significa que debemos hacerlo pensando en que sí o sí tenemos que volver a la Liga Nacional, para eso compro plaza. Y eso nunca lo haríamos.
¿Qué te provocó la decisión de Sebastián Svetliza de renunciar a su cargo?
Me pareció un gesto de grandeza de su parte. Desde ya que me dolió que tuviera que tomar esta determinación y que tenga que dar un paso al costado en este proyecto, a sabiendas lo que significó Sebastián para el mismo. Pero entendí su postura.
¿Hablaron con Sebastián estos días tras el descenso?
Claro que si. Siempre hablamos. Estamos en contacto permanente. Está golpeado y triste como lo estamos todos. Él fue parte muy importante de este proyecto. Estuvo desde el principio y creció con Sionista, entonces ¿cómo no va estar golpeado con el descenso?