El torbellino que significa en la vida de los participantes de Gran Hermano los días de exposición dentro de la casa, no parecen afectarle demasiado a Belén Etchart que, al menos en sus palabras, se lo toma con naturalidad: "Entré sin ninguna expectativa y salí recibiendo mucho más de lo que esperaba. Lo tomo muy natural. Cuando me saluda alguien en la calle siento como que estoy con un conocido. No me siento famosa, lo tomo tranquila, me siento una piba más", señala.
Belén, fue una de las tres finalistas de la edición 2016 de Gran Hermano y con su forma de ser conquistó una gran cantidad de fans en las redes sociales, la mayoría adolecentes, quienes la llaman "La Princesa Belu", ya la siguen en cuanta nota o producción haga, como así también lo hacen en el teatro.
-¿Vos ya venías trabajando en el medio? ¿Por qué la idea de entrar a Gran Hermano?
- Estaba trabajando de modelo y hacía muchos castings para publicidad y para algunas de obras de teatro, pero es como que no estaba preparada. En medio de esos casting y demás, hice algo en televisión con Guido Kaczka, pero me aburrí. Así que me dediqué a diseñar ropa con mi tía. Quería tener algo propio. Y un día se me dio que me llamó un amigo para el casting de Gran Hermano y se me dio. Ni siquiera lo estaba buscando, es más en el verano dos agencias me pasaron el casting y les dije que no. Pero después se postergó la fecha y cuando mi amigo me dijo, dije si y entré.
- ¿Qué es lo principal que te dejó la casa?
- Me dejó mucha gente que me sigue y me quiere y la onda de la gente me encantó. Además, la experiencia de sobrevivir con 15 personas que no es menor. Eso es muy fuerte, te enseña a compartir para poder convivir. Entrenás mucho la tolerancia y te pulís como persona. Aprendés a cuidarte porque te están mirando todo el día. Estaría bueno vivir así también todo el tiempo como en la casa: sin agresión ni peleas.
- ¿Eso fue lo que te ayudó a sostenerte dentro de la casa?
- A mí lo que me ayudó adentro de la casa es vivir día a día. Nunca pensar a largo plazo, porque sino te volvés loco. Hay que disfrutar el día. Hoy es hoy y me encargo del día de hoy. No me preocupo por mañana.
-Bueno, y apenas saliste de la casa, te llegó el trabajo para hacer temporada.
- Si, Plumas en la noche fue otra cosa que me llegó sola, sin buscarlo. Me llamó Maxi Cardaci, el prensa de Moria para hacer una audición y yo le dije: "¿Qué es una audición?". No tenía ni ganas de ir porque no me parecía para mí, porque yo no sabía bailar ni actuar. Pero después te das cuenta que no todo es como parece. La mente es terrible, te quiere hacer creer que lo que pensás es real. Es una locura porque uno se limita. Y pasa que en realidad yo siempre quise aprender a bailar y ahora que acepté esto, estoy aprendiendo y encima me pagan por hacerlo. ¿Qué más quiero? Las profesoras y las compañeras que tuve durante todos los ensayos me ayudaron un montón.
- Y ya que te gusta, ¿es lo que pensás hacer a futuro dentro del medio?
- A mí lo que más me gusta es la actuación porque siento que saco todo, pero se me presentó esto y es lo que hay que seguir. Uno no sabe dónde va a terminar. Capaz que no me siento que soy crack bailando y será cuestión de verme como evoluciono.
-¿Y verte ahora en medio de una temporada en fiestas, alfombras rojas, flashes y notas, como lo vivís?
-Normal, yo nunca fui muy cholula y los veo como que están haciendo su trabajo y no me identifico mucho, porque yo recién es como que me estoy insertando en el medio. No me veo así como parte del mundo de la farándula.