Barcelona obtuvo por tercera vez en su historia el Mundial de Clubes, luego de golear 3-0 a River en la definición celebrada en el estadio de Yokohama. En cada una de las vueltas olímpicas estuvo presente Lionel Messi, quien había sido clave ante Estudiantes (2009) y también ante el Santos de Neymar (2011).
Con todo el orgullo a cuestas por una nueva consagración internacional, que le permitió equiparar la línea de Al Ahly (el otro Rey de Copas del fútbol mundial), los protagonistas campeones lucirán desde el próximo partido un parche conmemorativo para disfrutar la gesta de los catalanes en el continente asiático.
A partir del duelo del próximo 30 de diciembre ante Betis por la Liga de España, pasando por cualquier competición que le toque afrontar al conjunto de Luis Enrique, y hasta la próxima edición del Mundial de Clubes pautada para diciembre de 2016, el trofeo dorado aparecerá en el pecho de cada uno de los jugadores.