Lionel Messi no llegaría en condiciones al partido ante Real Madrid del próximo 21 de noviembre. El sábado pasado se cumplieron cinco semanas desde que cayera lesionado el último 25 de septiembre ante Las Palmas en el Camp Nou. El pronóstico, tras romperse el ligamento colateral de la rodilla derecha, dictaba un período de casi dos meses, siendo el partido en el Santiago Bernabéu la fecha ideal para volver.
Sin embargo, el crack argentino sigue sin participar en los entrenamientos. Todavía no pudo realizar ningún tipo de ejercicio físico, algo que también pudieron comprobar los fisioterapeutas de la Selección argentina, Luis García y Marcelo D'Andrea, que la semana pasada hicieron desistir al seleccionador de la Albiceleste, Gerardo 'Tata' Martino, de convocar a Messi para los dos partidos que Argentina disputará en noviembre -ante Brasil y Colombia-, tal como informó el diario Sport.
Tras casi dos meses parado, es muy desaconsejable que reaparezca sin ningún entrenamiento encima. El que fuera jefe de los servicios médicos de Barcelona entre 1990 y 2003, Jordi Ardèvol, le recordó a Goal que "es una lesión delicada y hay que tener en cuenta la estabilidad de la articulación y si el tono muscular es el adecuado". En otras palabras, aunque se recuperara, tampoco sería aconsejable que juegue sin que hubiera realizado ni una sola práctica completa.
"Sólo podría jugar si realiza algunos entrenamientos" sentencia Ardèvol, que aclara que "hay que ser prudentes y si no cumple con unos requisitos mínimos, lo mejor es que no juegue porque podría recaer". Esta es, exactamente, la postura que el técnico Luis Enrique Martínez adoptó con su estrella. "La prioridad no es que regrese cuanto antes si no que, cuando lo haga, lo haga al cien por cien", insiste el DT siempre que se le pregunta por la recuperación del mejor jugador del mundo.