Daniel Cabrito Hure de muy pequeño en su Valle Hermoso cordobés y cuando comenzó a picar la naranja seguramente habrá tenido el sueño y la ilusión de que en el futuro entre otras cosas llegaría a jugará la Liga Nacional A. Pero ni se imaginó que en el camino tendría la oportunidad no solamente de cristalizar lo que añoraba, sino también de formar parte importante de una institución en lo profesional y humano. Con Sionista como él dice pasó por muchas situaciones. Pero en el balance de sus 400 partidos con la misma camiseta en la élite del básquet argentino es altamente positivo. Además en la institución y la ciudad prácticamente creció y se formó en su vida.
-Cumplir cuatrocientos partidos en la elite y en el mismo equipo no es común en la actualidad.
-Es un orgullo haber jugado más de 400 partidos en Liga A y sobre todo cumplirlos con la camiseta de Sionista es una gran satisfacción. Llegué muy chico al club como Juvenil y no pensaba que iba a tener tantos años en el club y la cantidad de partidos que ya disputé. También es una gran responsabilidad que me genera. Cumplí con cosas importantes junto al club y estoy muy contento. Ahora que retorné tengo la expectativa y el objetivo de que alcancemos cosas importantes.
-¿Qué balance podés realizar de todo lo que viviste con Sionista?
-Pasé por muchas situaciones en Sionista. Buenas y malas. El torneo local, el TNA, llegar a la A. Uno de los grandes logros es haber salido campeón en apenas dos temporadas en el básquet de ascenso. Fuimos el primer equipo entrerriano en llegar a semifinales y quedar terceros. Disputar torneos internacionales que es muy importante. También viví las feas que es cuando peleamos el descenso, pero cuando se cumplen los objetivos que se tuvieron que cambiar como es salvar la categoría y lo logramos también fue algo muy lindo. Lamentablemente el club hace tres temporadas que no puede cumplir con lo trazado. Ahora estoy muy contento y con la ansiedad por el campeonato que lo empezamos bien.
- Demasiado tiempo en una misma institución y ciudad hace que trascienda lo profesional con lo vínculos que cosechas.
- Totalmente. Soy consciente que en Sionista y en Paraná estoy porque pude cumplir un sueño que es jugar profesionalmente al básquet. Pero a la vez Sionista es mi segunda casa. Me puedo manejar en el club como si estuviera en el patio de mi casa con mis viejos, mis hermano y mis amigos. La verdad que crecí e hice mi vida adulta en Paraná. Tengo amigos, mi novia y siento que la gente de Sionista me quieren mucho. Y me lo hacen notar. Por eso me llena de orgullo haber llegado a esta cantidad de partidos. El club se fija en la persona y si he estado tantos años es por algo. Obviamente muy contento porque es como estar en el patio de mi casa.
-¿Aún te quedan varios años de actividad, pero te gustaría jugar tú último partido de profesional con la camiseta de Sionista?
-Ojalá (entre risas) que falte mucho para retirarme. Pasan muchas cosas. El club puede determinar o yo de que me quedé o me vaya. Pero hoy me veo en Sionista y tengo muchas ganas desde que volví de que cumplamos los objetivos. Llegar a lo más alto y de poner a Sionista en un lugar que no pudimos ponerlo nunca. No se si jugaré mi último partido profesional con esta camiseta, pero si tengo ganas de estar mucho tiempo más acá y cumplir los objetivos colectivos y en lo individual. Sería un doble logro porque siento la camiseta como un hincha.
-Por último, la actualidad es buena aunque el torneo recién comienza
-Perdimos con Quimsa pero lo bueno de esto es que tenemos revancha en menos de 48 horas. Lamentablemente perdimos y volvimos a cometer errores como el domingo pasado de local. Y si nosotros no defendemos bien se nos complica ganar. Porque más allá que podemos meter 80 puntos si el equipo defiende para que el rival llegue a 85 o más es complicado y más aún de visitante. Lo rescatable es que el equipo hasta en las derrotas sigue creciendo. Me parece que tenemos que corregir esas equivocaciones y que las derrotas sirvan para aprender. La rueda inicial fue buen porque terminamos con un récord positivo de 6 ganados y 3 perdidos. Ahora salimos de gira ante dos equipos santiagueños con jerarquía individual y colectiva. Perdimos con el campeón y debemos cambiar el chip y pensar que el sábado se puede jugar mejor y vencer a Olímpico. Es un rival que ya perdimos de local y tenemos la espina clavada. Es una linda revancha.
<i>Prensa Sionista</i>