Atlético Tucumán sumó esta tarde su cuarta victoria consecutiva, al vencer por oficio y actitud de visitante 3-1 a Independiente Rivadavia, en el marco de Fecha 32 del torneo de la Primera B Nacional.
La mayor concentración con que ingresó el equipo tucumano tuvo su premio en el amanecer del partido. En su primera llegada, el Decano se puso en ventaja, cuando Guillermo Acosta recibió fuera del área una habilitación de Leandro González, nadie lo marcó, tuvo tiempo para parar la pelota con el pecho y poner el remate en el ángulo derecho del arquero local.
La Lepra tuvo problemas en la salida, no impuso presión en el mediocampo y su juego se hIzo desprolijo, abusando del pelotazo. Esto hizo que los mendocinos fuera un equpo muy largo, con pocas ideas futbolísticas en lo colectivo y sin claridad en el juego individual.
En el local, no gravitaron Dolci y Sanfilippo en el mediocampo y eso provocó que sus delanteros Méndez y Gautier entraran poco en un juego y no inquietaran en el área rival´. Sólo tuvo una oportunidad el Azul, cuando Lucchetti salvó un remate de gol de Sanfilippo, pero la visita tuvo dos claras, a través de González, fue fueron salvadas por el arquero Scapparoni.
En el complemento, el local se adelantó unos metros en el campo de juego, pero tampoco gravitaba de tres cuartos hacia adelante. Pero el oficio y la contundencia de los tucumanos volvieron a aparecer, cuando Menéndez habilitó a Molina, que tras dejar desairado a Agüero, convirtió el segundo tanto y prácticamente aseguraba la victoria.
La solvencia del equipo tucumano fue suficiente para que la victoria del conjunto visitante no corriera peligro. Llegó el tercero para el "decano" por intermedio de un ex Lepra, Franco Sbuttoni y el descuento de Germán Gordillo, ambos de cabeza, para decorar el resultado, que fue justo para la visita, para afianzarse como escolta y no perderle pisada a Patronato de Paraná.