Ni la OPEP ni Rusia, el mayor productor mundial de crudo, han reducido la producción para apuntalar los precios, a la espera de que un barril más bajo afecte la producción de esquisto en Estados Unidos y otras fuentes rivales de suministro.
"No esperaría que vayan a caer debido a que la demanda está creciendo", sostuvo el secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, a reporteros en Moscú. La OPEP produce casi un 40 por ciento de la producción mundial de crudo.
"La situación actual es una prueba para todos, productores e inversores. Aunque no hay dudas de que los precios repuntarán, aún es muy pronto para decir cuándo sucederá eso", dijo Badri. El funcionario no indicó qué nivel de precios espera.
La OPEP enfrenta un mayor desafío desde la perspectiva de un aumento en la producción de Irán, que ha estado presionando para que otros miembros del grupo reduzcan los suministros para hacer espacio a un esperado aumento en sus exportaciones tras un acuerdo entre Teherán y potencias mundiales sobre sus actividades nucleares.
Pero Bradi, indicando confianza en el panorama, dijo que el mercado podría acomodar suministros adicionales de Irán a medida que la demanda aumenta, según fue citado por la agencia rusa Interfax, haciendo eco de la perspectiva de los miembros de la OPEP en el Golfo Pérsico.
El ministro ruso de Energía, Alexander Novak, que se reunió más temprano con Badri, dijo que ninguno discutió una coordinación para ayudar a que el mercado se recupere.
Badri agregó que incluso si la OPEP redujera la producción en hasta 2 millones de barriles por día (bpd)- igual que casi la mitad de las exportaciones rusas- esto no ayudaría a los precios.
Novak dijo más temprano que un precio de entre 50 y 65 dólares por barril - respecto al nivel actual de casi 54 dólares- era "esperable". El ministro estimó que la demanda global de crudo crecería en entre 1,2 y 1,3 millones de bpd este año.
Aunque algunos delegados de la OPEP han expresado preocupación sobre la reciente caída en los precios, Badri dijo que no ha recibido pedidos para sostener una reunión extraordinaria antes de diciembre, a la que Rusia asistiría si fuera invitada.