Jules Bianchi había sufrido un insólito choque en el circuito de Suzuka 2014 cuando su Marussia impactó contra una grúa atravesada en medio del recorrido. Desde aquella tarde, el piloto francés quedó internado en coma y nueve meses después falleció por las lesiones que había sufrido.
Ayrton Senna había sido la última víctima de la categoría más importante del automovilismo internacional hasta que este viernes falleció un corredor que estaba en coma desde el último octubre. El deceso de Bianchi cortó la racha más larga de la historia de una Fórmula 1 que llevaba 21 años sin muertes en pista. Apadrinado por Ferarri, con apenas 25 años tenía un futuro prácticamente asegurado en la escuadra de Maranello.
En un comunicado oficial que emitió su familia, sus padres Philippe y Christine junto a sus hermanos Tom y Mélanie dieron a conocer la noticia: "Jules peleó hasta el final, como siempre lo hizo, pero esa batalla hoy llegó a su fin. Además, queremos agradecer a sus colegas, amigos y fans que demostraron todo su afecto durante los últimos meses, lo que nos permitió seguir luchando en estos momentos complicados".