La ciudad de Paraná tuvo su primera velada boxística del año, llevada a cabo en el estadio Juan Baglietto del Club Ciclista. Allí, los púgiles locales, Wenceslao “Peligro” Mansilla y Ulises “Cloroformo” López, cosecharon sendos triunfos ante Sergio “El Cazador”Córdoba y Pablo “El Tornado“ Roldán.
<b>Cloroformo pegó primero</b>
El combarte de semifondo por la categoría superwélter tuvo como protagonista a Ulises López, que venció de manera categórica al santafesino Pablo Roldán en el cuarto asalto.
Desde el inicio, la iniciativa la tomó el púgil santafecino, pero su ataque no era preciso, contrariamente a lo que proponía Cloroformo, que pensaba cada movimiento y asestaba certeros golpes que llegaban a lastimar a su rival.
Cada comienzo de round era similar al anterior, Roldán iba en busca de López, pero el entrerriano no dejaba que su contrincante vulnerara su férrea
defensa, y a puro gancho de zurda, loroformo fue desgastando al santafesino, que en el segundo asalto, ya había besado la lona.
Corrían los asaltos y el nocaut comenzaba a madurar, Cloroformo se imponía con su zurda, el Tornado no daba respuesta, y promediando el cuarto capítulo, Ulises López volvió a golpear con dureza, derribando a su rival y alzándose con la victoria por la vía rápida.
Con este triunfo, cloroformo llega a las 29 peleas ganadas (17 de manera categórica) y 5 perdidas (cuatro por KO).
<b>Trabajosa victoria de Peligro </b>
La pelea central de la velada llevada a cabo en el Club Cilclista Paraná, tuvo a Wenceslao "Peligro" Masilla como ganador ante el cordobés Sergio "El Cazador" Córdoba, por la categoría supermedianos.
Pero al púgil paranaense no le fue fácil alzarse con el triunfo. No porque su contrincante haya hecho gala de una gran destreza técnica ni potencia física, sino todo lo contrario. El campeón cordobés de los supermedianos se limitó a entorpecer el desarrollo del combate, abrazando permanentemente a Wenceslao, impidiéndole trabajar con comodidad.
Peligro pudo conectar varios golpes precisos que llegaron a lastimar a su rival, cuya única respuesta fue un arsenal de cuestionables recursos: trababa en todo moento los brazos de Mansilla , utilizaba peligrosamente los codos y se agachaba exageradamente aumentando el riesgo de chocar las cabezas (lo que sucedió en el primer raund donde ambos terminaron lastimados).
Wenceslao hizo lo que pudo ante un contrincante que llegó al compromiso con más intenciones de lucha que de boxear, y cuya única meta parecía durar hasta el final del pleito de cualquier manera.
Hubo muy pocos intercambios de golpe por golpe, y fue allí donde Peligro marcó la diferencia, con algunos derechazos que desestabilizaron a Córdoba.
Finalmente se cumplieron los ocho capítulos a los que estaba programada la pelea y las tarjetas marcaron 80-68.5, 80-69.5 y 79.5-72 en favor de Mansilla, dándolo como ganador por puntos en fallo unánime.
Así, el parananese sumó una nueva vitoria y engrosó su récord a 11 triunfo (4 por nocaut), 1 derrota y 1 empate, pero seguramente no de la forma en que lo había planeado.
