Lo peor ya pasó. La operación de tibia y peroné, que duró poco más de una hora, fue todo un éxito y el inmediato dolor post golpe alcanzó su final. Carlos Bueno pasó la noche en observación tras la cirugía pero la mejor noticia le llegó en la mañana del martes, cuando los médicos le dieron el alta y le confirmaron que podía ser trasladado a su casa.
El delantero de San Martín, quien ya había recibido los llamados tanto de Agustín Orion como del Cata Díaz, fue retirado en silla de ruedas para luego irse en auto hasta su domicilio particular. Según lo que dictaminaron los médicos, ahí tendrá una semana de absoluto reposo y después comenzará los ejercicios de rehabilitación, con el fin de estar apto para volver a las canchas en un plazo de entre seis y ocho meses.