El equipo de Marcelo Gallardo entrenó en el estadio Nacional de Lima, donde el grupo realizó ejercicios tácticos y de definición, para luego, en un clima muy distendido, dedicarse a firmar autógrafos a los aficionados que se acercaron a presenciar el entrenamiento.
La delegación partirá a las 15.05 de mañana (dos horas más en Argentina) rumbo a la ciudad de Chiclayo, en un vuelo de una hora, para luego practicar en el estadio de Juan Aurich, cuya particularidad es que tiene superficie de césped sintética.
Este piso fue colocado hace 10 años y no está en buen estado de conservación, algo de lo que también se quejan los propios jugadores del conjunto local, que por el torneo local vienen de perder allí los últimos dos de los tres partidos que jugaron como locales (el restante lo empataron).
Sin embargo por la Libertadores el escenario no le fue tan esquivo, ya que lograron imponerse a San José, de Oruro, el equipo que fue verdugo de River en su debut en Bolivia.
“El piso sintético es totalmente distinto al de césped porque la pelota pica diferente, es diferente cuando uno frena y también cuando cae. En mi etapa en Rusia jugué varias veces sobre superficies así y conozco bien lo que es. Pero no hay que quejarse, porque es lo que nos tocó y hay que sobrellevarlo”, apuntó el delantero riverplatense Fernando Cavenaghi.
River viene de perder justamente con los bolivianos y luego empatar 1-1 en el Monumental con Tigres, de Monterrey, el conjunto mexicano que parece ser el rival a vencer en el grupo y al que tendrá que visitar en el viaje más largo que debe afrontar un equipo argentino en esta edición 2015 de la Copa Libertadores.
Fuente: Télam