El gesto de no va más en la cara de Barovero y su posterior pedido de cambio hicieron pensar lo peor a todos en River. Las lesiones del Pity Martínez y Pezzella todavía zumbando en la cabeza, pero Trapito se encargó de llevarle alivio a los hinchas y a Gallardo después de realizarse los estudios de rigor: “Desde anoche lo empezamos a tratar, no van ni 24 horas, hay que esperar la evolución pero no fue nada grave. Más allá de lo que salga en los estudios, importa lo que siento y la experiencia me dice que no es nada de gravedad”.
El plantel de River regresó de Córdoba pasado el mediodía y Barovero fue el único jugador que, en lugar de irse a su casa a descansar, se acercó hasta una clínica privada en el barrio de Belgrano acompañado del preparador de arqueros Tato Montes. “Giré e hice un movimiento descoordinado a la hora de elegir la jugada. Pensé salir jugando por izquierda y a último momento quise pincharla. Se sintió el músculo”, explicó la fatídica jugada Trapito.
Aunque la lesión no sea de gravedad, Barovero admitió que venía arrastrando una molestia desde la Recopa y para recuperarse completamente no estaría presente el jueves contra Tigre por la Libertadores. “Me sentía bien, tenía mayor precaución y llegaba bien a cada partido”, comentó. Así las cosas, le apuntará a la cuarta fecha contra Unión y mientras tanto su lugar será ocupado por Chiarini.
Por último, Barovero también se refirió al partido con Belgrano: “Un triunfo muy difícil e importante para la confianza en lo que viene, más como estaba la cancha, había sectores donde era difícil controlar la pelota”. Y concluyó: “Tuvimos un semestre con nivel muy alto. De arranque no salieron las cosas de la mejora manera. Es responsabilidad nuestra, sabemos que el nivel es otro y trataremos de estar a la altura de lo que podemos hacer”.