

Mira las imágenes, se rasca la cabeza, sonríe cuando recuerda aquellas pasadas alegrías y festejos... Pero la historia no termina bien y él ya lo sabe. Por eso, cuando le muestran los tres goles que se fallaron en la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Alemania, Lionel Messi no puede evitar morderse el labio y demostrar su tristeza a casi ya ocho meses de aquel fatídico partido.
Pasa la suya, esa que salió besando el palo izquierdo de Neuer; pasa la de Gonzalo Higuaín, a los pocos minutos de juego y mano a mano con el arquero; pasa la de Rodrigo Palacio, sobre el final, esa que podía significar la victoria, y la Pulga lo único que puede decir es "una lástima". "Fue una pena por todas las posibilidades que tuvimos. Creo que tuvimos las mejores chances y nos vamos a arrepentir toda la vida de no haberlas podido transformar en gol", dijo en una entrevista al portal de la FIFA.
Además, se refirió a los partidos entre España y Holanda -en la fase de grupos- y al 7 a 1 entre Alemania y Brasil. "No teníamos un preferido. Nos daba lo mismo a quién enfrentar en la final. Sabíamos que los dos eran rivales difíciles", analizó, al mismo tiempo que revivió la celebración ante Holanda: "Fue un momento espectacular. Nos metíamos en el último partido después de ganarle a un rival complicado y por penales".