Cada vez que el Barcelona pierde, una bomba se detona en Catalunya. En esta oportunidad, esa explosión ocasionó varios daños colaterales. A tal punto que los escombros cayeron sobre Lionel Messi y Luis Enrique, ya que afirman que ambos discutieron en el vestuario en la derrota por 1 a 0 ante Real Sociedad en Anoeta.
Pero la historia siguió, ya que la Pulga no se hizo presente en la práctica de hoy, en la cual acudieron miles de niños, como previa al día de los Reyes Magos. Es más, tampoco fue al Hospital, a darles regalos a los jóvenes enfermos. Oficialmente, se comunicó que el delantero padece una gastroenteritis.
Ante toda la ola de rumores que se levantó por su faltazo, el rosarino salió a dar su versión sobre lo acontecido y se disculpó ante los niños que no pudieron verlo. "Me hubiera gustado estar en el entrenamiento. Nunca falté, pero estos contratiempos no se pueden controlar. Deseo que los sueños de cada niño se hagan realidad", escribió en su Facebook.