"Es un momento difícil, porque di la vida por este deporte. Desde temprano estuve muy emocionada, salí llorando del hotel”. Luciana Aymar dejó el hockey en el momento justo, demostrando que siempre será una leyenda y se fue con el Champions Trophy bajo su brazo. Pero las despedidas son esos dolores dulce, y Lucha lo sabe: “Hubiera sido imposible llegar a donde llegué sin mi familia y mis amigos. Estoy un poco triste, pero todo tiene un final. Nos estaremos viendo desde otro lugar”.
Luego de los penales contra Australia en Mendoza, con Belén Succi de héroe, Las Leonas se consagraron en el torneo anual que reúne a las mejores selecciones y la despedida de Aymar fue como lo esperaba. “Quiero agradecerle al público que siempre me acompañó como a esta camiseta, a mis compañeras actuales, que me regalaron este nuevo campeonato, y a las vintage, con las que compartí momentos inolvidables", siguió quien fue elegida como la mejor jugadora del Champions Trophy 2014.
Se la extrañará, eso está claro. No será fácil transitar la era post Lucha, no sólo por su clase y su juego, sino por lo que significa para el equipo y para las chicas que recién arrancan. Hasta se habla de retirar el número 8 de la Selección, el dorsal con el que hizo de las suyas. Sin embargo, ella tira para adelante. “Estoy muy emocionada, nací para este deporte y agradezco a la gente que me siguió esta camiseta. Las Leonas me dieron otro título y van a seguir ganando porque tienen un equipazo", completó.