"Si Messi me quiere superar el domingo, le doy la alfombra roja". Con esa única frase, Diego Armando Maradona dilapidó todas las especulaciones que durante tantos años llegaron a asegurar hasta que el campeón del mundo el 1986 le tenía celos al chico de Rosario. De esta manera, el astro argentino le dio vía libre al actual diez de la Selección para el domingo ante Alemania destronarlo de su sillón del mejor jugador de la historia.
Mucho se ha dicho de que a Messi, para ser tan grande como Maradona, le falta todavía un paso más: ser campeón del mundo. Y, este domingo, "la Pulga" tiene la -quizás- irrepetible posibilidad de fundirse con la gloria. "Permanentemente nos quieren comparar con Messi y arruinar una amistad, pero no lo van a conseguir, porque él y yo somos buena leche", aseguró.
En "De Zurda", el programa que Maradona co-conduce junto al periodista y columnista de El Gráfico, Víctor Hugo Morales, aseguró que "`Lío` va a ser el jugador que va a definir el partido" y, en ese sentido, no titubeó: "el que tenga al mejor va a ganar y a ese lo tenemos nosotros".
A miles de kilómetros de distancia, la enormidad de la masa argentina festejó cada gol y cada paso adelante de la Selección en este Mundial de Brasil 2014. La alegría de la victoria ante Holanda y el pase a la final se pudo registrar en muchos videos y fotografías, traducido en un Obelisco desbordado de apasionados. "Los argentinos necesitamos ganar esta final", confesó Maradona, aliándose con esa masa.
Finalmente, lanzó un poco de épica al camino recorrido por Argentina y el haber llegado como representante sudamericano al partido definitorio del campeonato mundial. "No podía darse una final europea en Sudamérica, y por eso dimos la cara nosotros. No podíamos permitirlo", disparó.
"El domingo la vas a romper y vas a hacer dos goles, y nos vamos a llevar la copa de acá, algo que nunca éstos se van a olvidar", apostó Diego en un mensaje dirigido a Messi unas horas después, como invitado en el programa "Mundo Leo Mundial", emitido por la Televisión Pública.
El juego
Con respecto a los detalles del partido en sí, Maradona mencionó el rol importante que podría tener Ezequiel "el Pocho" Lavezzi. "Creo mucho en el Pocho que va a recuperar muchas pelotas para Messi, que creo va a ser el jugador que va a definir el partido, que va a ser parejo", arriesgó.
"El mediocampo será fundamental", sentenció, previendo que los alemanes "lleguen a puerta de área (con facilidad) como ocurrió ante Brasil". En eso, destacó la indiscutida figura del líder espiritual del equipo, Javier Mascherano. "Seguramente va a solucionar ese problema. Argentina no los va a dejar llegar tan cerca para que a (Sergio) Romero lo bombardeen", diagnosticó.
Entrando en el marco del contexto que rodeará la final entre Argentina y Alemania, Diego hizo hincapié en el clima de Río de Janeiro dentro del estadio Maracaná. "Ahí hace mucho calor y ellos no están acosumbrados a eso y eso puede favorecer a Argentina. Por ahí un alemán se pone más colorado que de costumbre", anticipó.
Finalmente, apostó: "Argentina no juega partidos amistosos, porque los jugadores saben que tienen un país atrás, que festejó como nunca, que festejó como hacía mucho que no se festejaba, y de eso se va a ocupar Sabella en la charla técnica".
La FIFA
Como venía sucediendo, Diego Maradona anticipó que no concurrirá al Maracaná a la final que disputará Argentina contra Alemania. Y dio sus razones. "Voy a seguir luchando contra la FIFA. Si se lleva miles de millones de dólares y el país solamente 35, hay una diferencia de ladrones. No le voy a dar el gusto a los Grondona, ni al presidente ni a los dos hijos, que son dos miedosos, de que puedan decir estupideces y, después, que puedan echarme de la cancha. Voy a estar en el hotel mirándolo con la camiseta puesta. Hay gente que no sabe vivir y, a los 90 años que tiene Grondona, decir semejante estupudiez como la que dijo el otro día, me parece que no va. Que el hijo trabaje con los chicos y no saber pegarle a la pelota, eso me da mucho miedo para el futuro", disparó.