Atahualpa Yupanqui, uno de los más grandes exponentes del folclore argentino, nació el 31 de enero de 1908 en Campo de la Cruz, provincia de Buenos Aires. Su vida estuvo marcada por un profundo amor hacia la provincia de Entre Ríos, donde vivió momentos significativos que influyeron en su obra musical y poética.
Atahualpa llegó a Urdinarrain en 1931, donde se estableció y comenzó a trabajar como peón en la Casa Goldaracena. Este lugar se convirtió en un importante escenario para sus primeras presentaciones. En esta localidad, además, nació su primera hija, Alma Alicia Chavero.
En sus obras, Yupanqui expresó un profundo amor por la tierra entrerriana. En una reflexión sobre su regreso a Entre Ríos después de muchos años, mencionó que no volvía, sino que “iba a Entre Ríos” nuevamente, mostrando su amor por la provincia.
Su presencia en este lugar Ríos inspiró a muchos artistas locales influyendo en generaciones de músicos que continúan con su legado musical. Su amor por la provincia y su gente, destacando la riqueza cultural que encontró en sus paisajes y tradiciones se refleja en su obra "El Canto del Viento" que cuenta, así, su paso por nuestra provincia:"(...) Me adentré en ese continente de gauchos, y llegué a Cuchilla Redonda, desde Concepción del Uruguay. Llevaba un papel para Aniceto Almada. Y días después -hace ya treinta y tantos años- crucé por Escriña, Urdinarrain, y fui a parar a Rosario Tala.(...)Un año redondo pasé en ese lugar. Salía a los caminos, recorría leguas, desde Lucas González hasta la legendaria selva de Montiel".
La obra “Con Yupanqui y en Montiel. Rastreando sus huellas en Entre Ríos” del diamantino Víctor Hugo Acosta ayuda a comprender la importancia de Entre Ríos para Yupanqui y la importancia de Yupanqui para Entre Ríos. En uno de los pasajes del libro, se recupera una frase del gran Atahualpa: “La luz de Entre Ríos es una estrellita que no se apaga nunca, paisano. Pasan los años, camino el mundo, amontono cosas en mi alforja memoriosa pero no se me olvida esa tierra que cobijó mis pobrezas y me hizo rico en amigos y verdades sin sombra”.
Atahualpa Yupanqui falleció el 23 de mayo de 1992 en Nîmes, Francia, dejando un legado imborrable que continúa celebrándose, especialmente en su amada Entre Ríos.
Temas:
Atahualpa Yupanqui
