Una familia de Villa Urquiza recibió una orden de desalojo emitida por la municipalidad de la localidad. Según la denuncia, el intendente de la comuna busca llevar adelante un proyecto para diagramar una nueva calle que, aparentemente, interrumpe la vivienda de la familia Picasso.
La casa en cuestión se encuentra en un terreno fiscal, pero los afectados aseguran haber vivido allí durante más de cuatro décadas, pagando los servicios básicos como luz y agua desde 1984. Según Jessica Picasso, una de los miembros de la familia, la situación comenzó en mayo de 2020, cuando, en plena pandemia, su abuela recibió una notificación de desalojo.
“El intendente quiere abrir una calle donde nunca existió y nos obliga a irnos. No entiendo cómo puede hacer esto cuando aquí no hay ningún proyecto claro. El terreno tiene años y mi abuelo lo compró en 1980. Sabíamos que era un terreno fiscal, pero siempre pagamos luz desde 1984 y pusimos el agua en 1984. No hay manera de que nos desalojen así”, explicó a Elonce.
Además, anticipó que el proyecto del intendente no sólo los perjudica a ellos, sino también a otras viviendas cercanas. "Si abren la calle, mi casa también se va a ver afectada", expresó otra vecina del barrio. "Lo que quieren es vender los terrenos, no hacer una calle. Es todo un engaño", agregó.
Picasso señaló que el intendente insiste en que la zona es parte de un proyecto urbano más grande, pero ella mantiene que el lugar no es adecuado para abrir una nueva calle. "Él dice que ya hay asfalto aquí, pero en realidad lo único que tenemos es un pozo donde va el baño", aclaró.
Este no es el primer intento de desalojo en la zona. Según los testimonios, en el pasado ya hubo intentos de avanzar con la obra, pero los trabajos tuvieron que suspenderse debido a desmoronamientos en la zona. "Este intento de abrir la calle no es viable, ya se intentó antes y fracasó", afirmó Jessica.
El terreno en disputa está ubicado cerca del monumento de Villa Urquiza, un área cercana al río. “Nos sentimos impotentes. La justicia nos dio una cachetada", concluyó.
En tanto, Fernando, otro vecino de la zona, expresó su descontento: "Estamos preocupados por el desalojo que están intentando hacer, no es algo que nos parezca y falta mucho humanismo", indicó. Además, destacó que la zona es una cuenca hídrica superficial que termina en el río, lo que hace inapropiado cualquier tipo de obra en el área. "Es un lugar muy importante, y en toda la zona hay restos arqueológicos que deberían ser preservados", afirmó.
Fernando también mencionó que, en el pasado, su madre se había plantado frente a las topadoras para frenar las obras. "Luego nos enteramos que estas 25 hectáreas, que son rurales, se declararon zona urbana", recordó, haciendo referencia a la transformación de la zona y sostuvo que a “estos espacios hay que preservarlos”.