Ramiro Menéndez, neurocirujano del Hospital Nacional de Posadas y un ejemplo de compromiso solidario, está a la espera de una confirmación sobre su compatibilidad para donar médula ósea a un paciente en Italia. Esta historia comenzó hace años, cuando decidió inscribirse como potencial donante tras realizar una simple donación de sangre en el Servicio de Hemoterapia del hospital.
A pesar de que pasaron casi diez años sin noticias, hace unas semanas, Ramiro recibió una llamada del Incucai informándole que había una posible compatibilidad con una persona que necesitaba un trasplante. Conmovido y dispuesto a continuar con el proceso, el neurocirujano se sometió a nuevos análisis para confirmar la compatibilidad.
“Lo fuerte de todo esto es que, como neurocirujano, mi trabajo se centra en mejorar la calidad de vida de las personas a través de la cirugía. Pero aquí no se trata de una intervención médica, sino de un acto altruista que puede salvar la vida de alguien, sin ninguna recompensa más que la satisfacción personal”, expresó Ramiro Menéndez.
La donación de médula ósea es un gesto solidario que puede salvar vidas. Tres de cada cuatro personas que requieren un trasplante de médula no encuentran un donante compatible en su entorno familiar, por lo que deben recurrir a donantes no emparentados. En caso de confirmarse la compatibilidad de Ramiro con el paciente italiano, se utilizará un método menos invasivo para extraer las células madre, a través de inyecciones que estimulan la producción de células madre en la sangre, que luego serán filtradas y separadas.
Un gesto sencillo que ayuda
El médico, quien ha sido donante de sangre durante más de diez años, alienta a todos a sumarse a la causa de la donación de médula ósea. “Es un gesto sencillo, que no cuesta nada y puede hacer mucho por alguien más”, destacó.
Al enterarse de esta chance, lo único que preguntó fue cuál era el método más seguro para la persona que iba a recibir sus células. “Como me dijeron que es una persona adulta elegí el procedimiento de las inyecciones”.
Ramiro está en pareja con una pediatra y no tiene hijos. Su decisión es personal y cuenta con el respaldo de ella, que tiene en claro la importancia de ser donante. Para finalizar, el médico se refirió a lo trascendente del acto de donar sangre. “El hospital tiene un pool de donantes fijos, pero siempre hacen falta. Así que aliento a que la gente se sume para salvar vidas. Aparte, si nunca te acercás a donar no vas a saber si podes ayudar a alguien ni enterarte de lo que eso provoca”, concluyó en diálogo con Primer Plano Online.
Las estadísticas oficiales indican que tres de cada cuatro personas que requieren un trasplante de células de la médula ósea como tratamiento no tienen un donante compatible en su círculo familiar y necesitan un donante no emparentado.
En Argentina para ser donante de células hay que inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH). En la provincia de Entre Ríos, se debe acudir al hospital San Martín y San Roque.