

En una sala sin la presencia de familiares de Diego Maradona y con solo dos de los siete imputados presentes, comenzó la tercera audiencia del juicio que investiga las circunstancias de su muerte. En esta instancia, declararon cuatro testigos clave: los entonces comisarios Lucas Rodrigo Borge, Javier Mendoza y Carlos Carranza, junto al principal Lucas Farías, quienes fueron los primeros en llegar a la vivienda del exfutbolista en el barrio San Andrés, Tigre.
Para la Fiscalía, los testimonios de estos efectivos policiales resultan relevantes debido a que ofrecen una versión "pura" y menos influenciada de los hechos ocurridos tras el fallecimiento de Maradona. Durante la audiencia, se utilizó una maqueta de la casa del Diez, aportada por el abogado Fernando Burlando, representante de Dalma y Giannina Maradona. También se presentaron imágenes inéditas de la escena, incluyendo una fotografía donde se ve a Maradona acostado en la cama, cubierto con una sábana blanca hasta el cuello.

Borge, quien se desempeñaba como jefe de la Departamental de Tigre en ese momento, fue el primer testigo en declarar. Relató que el 25 de noviembre de 2020, alrededor de las 13 horas, recibió un aviso sobre la descompensación de Maradona. Tras comunicar la situación a Farías, este se dirigió al lugar y posteriormente le informó que el exjugador había fallecido. "Cuando llegué, cerca de las 14, ya no había nadie adentro de la casa. Farías hizo retirar a los presentes y los identificó en el parque. El dormitorio ya estaba preservado", aseguró Borge.
El testigo indicó que, tras la llegada de la Policía Científica, pudo observar desde la puerta la escena en la habitación de Maradona. "Lo vi acostado, con una sábana blanca como si estuviera durmiendo. Lo único que recuerdo es que tenía la panza muy hinchada, una remera negra y un short de gimnasia", describió. También confirmó que la cama donde fue hallado no era hospitalaria, sino un somier común, y que en el lugar no había un desfibrilador.
El segundo testigo en declarar fue Javier Mendoza, quien el día del hecho se desempeñaba como jefe de la comisaría 4.ª de Benavídez. Su tarea fue coordinar el operativo policial para resguardar la vivienda y evitar la filtración de imágenes. "Farías me llamó y me avisó que Maradona no reaccionaba, que estaba descompensado. Fui al lugar y vi que todos estaban afuera de la casa, ya se habían enterado de lo ocurrido", afirmó.
Mendoza aseguró que la vivienda estaba precintada y que los familiares podían ingresar solo hasta el jardín. "Yo nunca entré a la casa. Mi labor fue supervisar el operativo desde afuera", concluyó.
El juicio continúa con la declaración de nuevos testigos en busca de esclarecer los hechos que rodearon la muerte del astro del fútbol. (Infobae)