

El tortugo "Jorge" fue liberado este viernes en aguas abiertas tras pasar casi cuatro décadas en cautiverio. El ejemplar de la especie Caretta-Caretta, considerada en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, fue devuelto a su hábitat en una embarcación de la Prefectura Naval que zarpó desde Mar del Plata y se internó 15 millas náuticas mar adentro.

Jorge tiene unos 60 años y pesa alrededor de 100 kilos. Había sido rescatado por pescadores en 1984, en una playa cercana a Bahía Blanca, cuando fue hallado herido y entumecido por el frío. Dada su condición de animal tropical de sangre fría, no se recomendó su inmediata devolución al océano. Fue trasladado entonces al ex acuario municipal de Mendoza, donde permaneció desde el 4 de marzo de ese año.
Durante 38 años se convirtió en un símbolo para la comunidad mendocina. De hecho, lo despidieron con afecto cuando en octubre de 2022 fue derivado al Mar del Plata Aquarium, parque que cerró al público el 31 de marzo. Allí recibió un tratamiento especial de reeducación para su reinserción en el medio oceánico.

Alejandro Saubidet, biólogo marino y director de Biología del Centro de Rehabilitación de Fauna Marina, encabezó el proyecto. “Apenas tocó el agua, salió lo más bien, con la temperatura que estaba como pensábamos”, expresó tras la liberación. El proceso incluyó tres años de preparación, donde el tortugo fue adaptado a un espacio con mayor profundidad y agua salada, además de entrenado para cazar nuevamente su propio alimento.
En el nuevo hábitat, se le presentaron presas como cangrejos y rayas pequeñas (chuchos), además de caracoles y peces. “Su instinto estaba intacto”, señalaron los especialistas tras observar su conducta.
El equipo de biólogos esperaba una “ventana temporal” de buenas condiciones meteorológicas y corrientes cálidas desplazándose hacia el norte, rumbo a Uruguay y Brasil, lugar de origen del ejemplar. “Cuando empieza a enfriar el agua, va hacia el norte”, explicó Saubidet.
Los profesionales destacaron que el entorno en el acuario mendocino no resultaba adecuado para el desarrollo del animal. En Mar del Plata, Jorge mostró una evolución favorable. “Se adaptó con un buen ritmo a este procedimiento”, afirmaron.
Jorge ahora nada libre en el océano, aunque en un ambiente amenazado por la contaminación, uno de los principales riesgos para las especies marinas. “Recibimos pingüinos empetrolados, lobos marinos bajos de peso por la sobrepesca y tortugas con ingestión de basura. Es un riesgo para todos los animales que están en el mar”, indicó Saubidet.
El retorno de Jorge al mar marca el cierre de un proceso de rehabilitación y la esperanza de que continúe su vida en el entorno natural al que pertenece. (con información de Clarín)