Ubicar a la universidad como un actor importante en la dinámica social, como una expresión de la sociedad actual y así poder hablar de las expresiones de violencia de género que se dan en todos los ámbitos es la gran apuesta de un grupo de trabajo de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) que pondrá en marcha una encuesta para relevar esta problemática.
La iniciativa surgió a partir de la inquietud planteada desde la Facultad de Ingeniería que, rápidamente, fue tomada y canalizada por docentes de la Facultad de Trabajo Social. Allí se planteo la preocupación por situaciones de violencia de género dentro del ámbito universitario que motivó la investigación de antecedentes en otros espacios académicos del país y Europa.
"Han habido denuncias y sumarios administrativos por violencia de género en expresiones de docentes hacia sus pares y hacia alumnos", confirmó la docente e investigadora de Trabajo Social, Silvina Garay.
Destacó que la advertencia y preocupación planteada desde Ingeniería motivó la convocatoria a las facultades de Ciencias de la Educación, Ciencias Agropecuarias y Ciencias Económicas para analizar en conjunto un plan de acción para implementar en este sentido.
Lo que se resolvió fue el diseño de una encuesta (aprobada por cada Consejo Directivo) destinada a toda la comunidad educativa de la UNER: docentes, estudiantes, personal administrativo y ordenanzas. Si bien comenzarán por las facultades de Paraná, el objetivo llegar al resto de las unidades académicas de Entre Ríos, adelantó.
Protocolo y lineamientos
Una vez acordado el diseño del sondeo, el mimos fue socializado y presentado. De este modo, el marco de una charla debate denominada La Universidad se Piensa y se Expresa acerca de la Violencia de Género realizada la semana pasada en Trabajo Social, se presentó la propuesta de desarrollo de la encuesta y diagnóstico preliminar sobre las expresiones de violencia de género en el ámbito universitario. Del panel participaron docentes de la casa y la integrante de la Fundación Mujeres Tramando, Cristina Ingleson, quines compartieron con los estudiantes la perspectiva de trabajo e indagación en torno a la problemática, así como también las diferentes acciones de intervención.
Desde hoy estará disponible el link de la encuesta, donde cada Facultad tendrá posibilidad de establecer su propia dinámica para contestarla; en algunas se hará on line (como el caso de Ingeniería) y en otras se contestará en papel. La encuesta será anónima y la idea es realizar un diagnóstico preliminar de cómo se dan las situaciones y para ello se organizó en tres cuerpos: quién es la persona (si es estudiante o docente, a qué unidad académica pertenece, lugar de residencia), el segundo formato tiene que ver con describir qué es la violencia de género, si la conoce y si ha vivido alguna situación y si la vivió habrá opciones para que respondan qué hicieron al respecto; el tercer cuerpo apunta a saber si en su formación tuvo algún tipo de preparación específica o acercamiento a la temática.
"Es una encuesta amplia y nuestra idea es que nos pueda dar una descripción y elementos", anticipó Garay, señalando además que el propósito es que puedan responderla durante los meses de julio y agosto para pensar estrategias a partir de los resultados que vayan obteniendo.
La idea es llegar a fin de año con algunos lineamientos internos dentro de las unidades académicas, con propuestas concretas para trasladarlo a las instituciones que tienen una vinculación directa, como los colegios de profesionales y asociaciones para pensar en forma conjunta en los espacios socio-ocupacionales.
"Queremos pensar propuestas. Hay universidades que han establecido protocolos y es clave tener un espacio donde la gente pueda consultar. En nuestras facultades hay muchos estudiantes que llegan desde el interior de la provincia y se encuentran, muchas veces, en situaciones de violencia de género con sus parejas o con los propietarios de los departamentos que alquilan y no lo pueden manejar porque no saben. Lo específico de la universidad tiene que darse con dos dinámicas que establezcan protocolos o lineamientos específicos que puedan verse y repensarse con estas expresiones", consideró la docente e investigadora en declaraciones a El Diario.
Rompiendo la naturalización
"Este año cumplimos 10 años con diversos aprendizajes que la marcha por #Ni una Menos, que ha permitido poner la mirada de todas las personas, sin ninguna discriminación, cosa que antes no pasaba", evaluó ante esta Hoja Cristina Ingleson, de Mujeres Tramando. La integrante de la ONG valoró la actividad propuesta desde la UNER, entendiendo que habilita otra mirada que apuesta a la inclusión.
"La naturalización de la violencia de género es muy fuerte. La violencia está en el estereotipo, es una cuestión cultural producto del patriarcado que nos viene ubicando en roles de los que no podemos salir", opinó.
En este sentido, Garay subrayó que la inclusión de la ONG en la universidad es lo que les una la mirada epistemológica, recordando qué cosas se pueden plantear juntas y trabajar.
"Mirar desde una perspectiva de género nos permite ver cómo se dan las relaciones de poder. La naturalización y justificación hace que no haya cuestionamiento y cuando cuestiono me posiciono en otro lugar y eso implica moverme y ver desde otro lugar las consecuencias que eso produce en términos de discriminación y expulsión, entendiendo que la dignidad no es algo a conquistar sino que es propia del ser humano", sentenció.
