

REDACCIÓN ELONCE
La serie "Adolescencia" de Netflix explora los peligros de la radicalización digital en los jóvenes, centrándose en un adolescente británico acusado de asesinar a una compañera de escuela, influenciado por creencias radicalizadas que encontró en las redes sociales. La serie trata temas como la toxicidad en la masculinidad, la violencia en línea y los "incels" (hombres que responsabilizan a las mujeres por no tener éxito en sus relaciones).
Además, “Adolescencia” pone en evidencia cómo los jóvenes, en busca de pertenencia, pueden caer en comunidades en línea que promueven el odio y la discriminación, utilizando códigos y símbolos para justificar estereotipos y resentimientos. Estos lenguajes digitales tienen un fuerte impacto en las percepciones y comportamientos de los adolescentes.
Pero, ¿qué pasa en Argentina? ¿Qué códigos manejan los jóvenes en las redes sociales y a qué se sienten expuestos cuando las utilizan?
Las plataformas digitales transformaron la forma en que los adolescentes interactúan, pero también los pusieron en contacto con peligros como el acoso, la desinformación y la influencia de creencias radicalizadas. ¿Qué piensan los jóvenes sobre esta serie? ¿Cómo viven el uso de las redes sociales en su día a día? Y ¿qué llamados de atención tienen para los adultos sobre los peligros digitales que enfrentan?

El tema fue debatido en El Ventilador, programa que se emite por Elonce.
Alumnos que integran el centro de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 35 Cesáreo Bernaldo de Quirós dieron su opinión al respecto.
Sofía Cabrera, indicó que “agradezco que tengan en cuenta nuestra visión y darnos la oportunidad de poder contar nuestra experiencia. La poca contención familiar, que es un tema que debatimos en el centro de estudiantes, creemos que es una de las aristas más importantes. Si bien quizás no es nuestro caso, hemos visto muchos chicos que tanto en las familias como en las escuelas no tienen un apoyo conciso para estar y expresarse. Muchas veces los adultos, sin darse cuenta, pasan por alto las cosas que nosotros percibimos como adolescentes. Muchas veces no valoran los sentimientos ni nuestras opiniones”.
Por su parte, Melina Pernucci, señaló que “la serie da un mensaje que es necesario. Sin embargo, se nota mucho que es una serie que capaz no tiene mucha intervención de personas de nuestra edad o más jóvenes, sino que está escrita por adultos y no capta la visión o cómo nos podemos sentir los jóvenes en un entorno virtual o en la vida en general. Podría haber estado mejor abordada”.
Consultados sobre el ciberbullyng, Lucca Osuna, expresó que “en el ámbito escolar capaz se toman fotos y queda mal expuesta la persona, con una mala cara o similar, y eso se termina compartiendo en redes sociales o en whatsapp directamente en un grupo. Creo que en el ámbito escolar no se deberían dejar sacar fotos o usar redes sociales”.
En ese sentido, Sofía opinó: “por más de que en muchos lugares no esté permitido usar el celular en todas las edades, los adolescentes no respetan a los profesores ni a sus propios padres y lo utilizan”.
Respecto a si sería necesario incorporar una materia sobre inteligencia emocional o gestión de emociones, Melina aseguró: “creo que sería muy importante y desde que los alumnos son chicos, desde la primaria. Es algo que afecta mucho no saber manejar las emociones o expresarlas. Al desvalorizar las emociones uno termina desvalorizando las propias”.

Sobre los términos y códigos que utilizan los jóvenes en la serie Adolescencia, Lucca expresó que “no estamos familiarizados, son más de la cultura angloparlante. Nosotros no los conocemos. El término CHAD, que se refiere a un hombre perfecto, se usa bastante. Los emojis, como una taza de café como símbolo para cosificar a la mujer también se usa”.
Sofía, por su parte, dijo que “estuvimos debatiendo y no es como plantea la serie que cierto emoji representa tal cosa. Al menos de la cultura argentina, que es la que conocemos nosotros, no hay términos fijos. Quizás sí se usa el CHAD, el emoji de la tacita, pero los corazones, frijoles y demás que plantea la serie no se suelen ver acá”.
Melina, en tanto, opinó que “por eso yo decía que la serie no plasma de manera certera las cosas. Se representa como una manera mucho más fantasiosa, en la vida real o al menos acá en Argentina, esos términos y simbologías no están popularizadas. El término Incel es un término que muchas personas no conocen”.
El vocabulario utilizado en la serie es el siguiente:
-Incel: hombres que culpan a las mujeres por su fracaso en relaciones.
-Píldora roja: creencia que el feminismo oprime a los hombres.
-Regla 80/20: solo un pequeño porcentaje de hombres atrae a la mayoría de las mujeres.
-Manósfera: comunidades en línea que promueven ideologías misóginas.
-Chad/Stacy: el hombre idealizado (Chad) y la mujer idealizada (stacy).
Los tres estudiantes coincidieron en que utilizan “Instagram, Tik Tok y X” como redes sociales habituales.
Sobre los peligros a los que se exponen los niños y adolescentes en las redes, Sofía opinó: “sabemos cuál es el peligro porque desde chicos estamos expuestos a las redes. Nacimos y las redes estaban. Involuntariamente o no, nuestros padres y las propias escuelas subían nuestras fotos, hacían comentarios y demás”.
Consultados sobre cómo se informan, Lucca indicó que “las redes sociales son muy informativas. Instagram aparece lleno de noticias. Nos informamos bastante bien con las redes sociales”. Sofía, en tanto, dijo que “entrás a cualquier lugar y ya te llega cualquier tipo de noticia, desde Instagram, Facebook, radio, stream, uno hoy está informado en todos los ámbitos”.

Sobre la validación del entorno en las redes sociales al momento de subir una foto, Melina explicó: “pasa y no solo con los amigos o personas cercanas, sino con los grupos que actualmente son comunidades en internet. Muchas veces las personas que no pertenecen a cierto grupo en la vida real suelen recurrir a estas comunidades que muchas veces no son del todo sanas. Hay comunidades que comparten mucho material explícito o que fomentan actividades que son dañinas, pero uno, al estar en una etapa tan vulnerable, busca una aprobación de cualquier lado. Muchos jóvenes terminan cayendo en actividades o contenidos no aptos para ellos”.
Lucca opinó que “minimizar la idea de los jóvenes es un problema, haciéndolo una vez ya se invalida al adolescente, se calla, lo toma como malo, no da su opinión, no quiere hablar y se encierra en el teléfono”.
Sofía, en tanto, dijo que “muchas veces cuando el adulto no le da la palabra o lo toma en cuenta al chico, después el adolescente no quiere contar o contestar. Se siente invalidado cuando realmente quiso hablar. Eso a veces genera conflicto entre padres e hijos”.
Melina, señaló que “es muy importante que los padres sepan qué consumen sus hijos en las redes. Hay muchos peligros en internet para nenes tan chicos. Los niños tienen una mente muy moldeable y es importante no exponerlos tanto a ese tipo de tecnologías. Los videos cortos de Tik Tok afectan su capacidad de atención. Es importante poner límites”.
Sobre la diferencia entre la vida pública y la vida virtual, Sofía explicó: “hay gente que es como es en los dos ámbitos, pero hay otros que son de una forma en redes y se esconden detrás de una pantalla”.
Consultados sobre las apuestas online, todos coincidieron en que "sí hay, se intenta ayudar y decirles que no lo hagan, pero siendo amigos o compañeros no se puede hacer mucho más que aconsejarlos. Es algo que se ve día a día en el aula incluso. A veces si uno los aconseja lo hacen más adrede o para llevar la contra".

El analista político, Nahuel Baridón, comentó en primer lugar: “De todas las aristas que deja la serie para analizar, hay una que me preocupa mucho: el ciberacoso. Si bien el bullying, como se llama hoy, siempre existió. Creo que ahora hay una complejidad adicional que tiene que ver con el mundo digital y las redes sociales en el sentido que antes el bullying se hacía en el aula, en la escuela –tanto en la entrada como en la salida- o en el club. Pero con las redes son las 24 horas de los siete días de la semana. Todo el tiempo el que lo padece está expuesto”.
La periodista Ana Tepsich, por su lado, hizo lugar a la desvalorización: “Este tema de la desvalorización de sus sentimientos, le va a pasar de grande también. Hay personas que tienen preconceptos y por ahí cree que su conocimiento o su fortaleza es mejor que la de otros. También hay una tendencia a nivel mundial en la pedagogía en donde se tiene en cuenta en las escuelas que tienen en cuenta a las personas con su propia inteligencia, la creatividad, su fortaleza. La escuela lo que tiene que hacer es crear el ambiente para que esa ceniza que tiene cada uno, que es diferente, no hay una mejor y otra peor. Creo que estamos bastante alejados aquí en la Argentina, que va a llevar mucho tiempo”.
La abogada Corina Beisel, en tercera instancia, argumentó: “La serie no expone la mirada de los jóvenes. Creo, por el contrario, la precisión quirúrgica de la serie exhibe eso, es decir, cómo se lo toma a ese niño y se lo cosifica y no se lo trata como un sujeto de derecho”. Además, agregó: “Muchas veces a los jóvenes, no solamente en los contextos criminales, sino en muchos contextos, me trajo la cabeza la idea de cuándo la sociedad pide baja de punibilidad”.
Luego ahondó: “También observo que la serie lo muestra claramente a esa disociación entre un mundo de adultos y de jóvenes cuando dicen en una parte que el detective le dice a su compañera ‘que horror este lugar, tiene una mezcla de olor a vómito. Parece un depósito de personas’. Lo que muestra la serie al desnudo es que hay un mundo de adultos, quienes somos quienes manejamos los hilos y que el resto, los jóvenes, serían como marionetas que los llevamos, los ponemos, los traemos, no los escuchamos, no sabemos de qué están hablando y no entendemos el lenguaje encriptado que manejan. Entiendo que será una deuda pendiente poner una serie que ponga de relieve la mirada de los jóvenes. Esa es una de las cosas que más me llamó la atención y más me cacheteó a mí como mamá”.
En la misma línea, se refirió a un caso personal: “Tengo una hija de ocho años, que afirma una cosa que es una barrabasada. Le digo de dónde sacaste eso y me dice lo saqué de TikTok. El TikTok es la tabla de los diez mandamientos. Lo consumo para saber dónde anda mi hija y qué es lo que anda haciendo”.
El conductor del programa, Washington Varisco, por su lado, expuso: “Estamos en una transición, que pasamos de un extremo a otro. La generación nuestra, de los 50, tuvimos una infancia hasta demasiado controladora y súper estricta en determinados casos. Ahora la generación de padres, quizás, que comparado a aquella maternidad o paternidad es mucho más permisiva”.
En ese instante, la docente Yohana Fucks, acotó: “En una parte de la serie, el papá dice que se quería alejar de la versión que él tuvo de padre”.
El periodista Javier Aragón, a su turno, sumó su repercusión de la serie: “Celebro que ustedes nos vengan a aclarar porque nos hacemos el mambo de lo que pasaba en la serie, pasaba en Paraná V, Paraná XVI y, afortunadamente, no está pasando”.
El locutor y comediante, Ignacio Grünbaum, sostuvo: “Tenía una visión muy adulta de la serie y, si bien trataban de acercarse y que pueda opinar un joven de 13 años, le faltó una vueltita. También es un mensaje para los adultos”.
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