Era de madrugada, estaba oscuro y el conductor iba a alta velocidad. Por eso, no pudo controlar su auto y cayó al Riachuelo, a la altura de Villa Diamante, en el partido de bonaerense de Lanús. El hombre que manejaba sufrió solo unos golpes.
Fue a las 5.30 cuando el conductor, un hombre de unos 50 años, circulaba con su Audi negro por la calle Pellegrini, que bordea el Riachuelo.
Al llegar a la altura de la calle Osorio perdió el control en la curva conocida como Sadop, rompió el guardarail y cayó en la orilla. Por suerte para él, el auto no se hundió porque el Riachuelo se encuentra con bajo nivel de agua.
El coche quedó sobre la orilla, en una zona con mucho barro y su conductor, que sufrió heridas leves, salió por sus propios medios, informó personal del destacamento de Bomberos de Lanús Oeste.
El auto estuvo en el lugar durante buena parte de la mañana, mientras algunos familiares y personal de la Policía esperaban la llegada de una grúa, que finalmente pudo retirar el vehículo pasadas las 10.
Algunos testigos contaron que en la zona no funcionan las luminarias, con lo cual el lugar queda muy oscuro y es difícil advertir la curva, sobre todo si se circula a una velocidad mayor a la permitida.
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El primo del conductor contó al canal de noticias TN: "El está bien, descansando. Volvía de trabajar -montando stands en La Rural- y quizá, debido al cansancio, perdió el control del auto. Quizá también venía algo rápido; esta es una zona muy insegura y mal iluminada".
Y agregó: "El guardarrail no detuvo la marcha del auto, tampoco unos hierros colocados junto al borde del río. Al contrario, estos fierros hicieron que volara por el aire y terminara sobre el barro".